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jueves, 15 de febrero de 2018

COSMOSOFÍA: EL AUGE DEL SABER OCULTISTA Y EL MISTERIO DE LA ASCENSIÓN



            La palabra “ascensión”(*) ha sido empleada muchísimas veces en distintos círculos de estudios metafísicos y esotéricos, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX, en donde tuvo entrada la Enseñanza proveniente del Maestro(*) Ascendido Saint Germain, Instrucción dimanante del 7° Rayo Cósmico, del cual este último es su Director (Chohan del 7° Rayo). Antes de ese tiempo las enseñanzas esotéricas y espiritualistas en el mundo venían especialmente del 2° Rayo, es decir, que provenían de Ashramas de 2° Rayo (de Amor Sabiduría). De este Rayo son, por ejemplo, el Maestro Koot Humi y el Maestro Djwal Khul (“El Tibetano”). El primero, el Maestro “K”,  fue quien (junto a su Hermano, el Maestro “M”, Morya) inspiró a fines del siglo XIX la fundación de la Sociedad Teosófica, entregando gran cantidad de enseñanzas esotéricas a través de H.P. Blavatsky y de otros discípulos de ese tiempo, como por ejemplo Annie Besant y C.W. Leadbeater., quienes escribieron muchos libros sobre temas de Teosofía.

            Volveré sobre el tema de la “Ascensión” más adelante, después de dar un ‘pantallazo’ al auge del saber ocultista…

            Se ha dicho que la Jerarquía Espiritual Planetaria(*), cada aproximadamente 100 años, da un empuje al desarrollo y despertar de la conciencia de la humanidad, dando alguna provechosa y necesaria Enseñanza. En milenios anteriores fueron los Inspirados e Iniciados de alto grado que dieron origen a las grandes religiones del mundo (Instrucciones provenientes del 6° Rayo), quienes dieron Enseñanzas de provecho para las almas humanas en peregrinaje terrenal; y en siglos anteriores a la época actual, fue la oculta actividad de aislados grupos gnósticos y rosacruces, integrados también por Iniciados, los que dieron cauce a nuevas enseñanzas mistéricas que luego fueron manifestadas y difundidas. Cristian Rosenkreutz (Cristiano Rosacruz) fue, tal vez, el principal de tales Iniciados, al servicio de la Humanidad.
            Podríamos decir que la última vertiente de Conocimiento Oculto que fue develada y difundida en gran medida, fue la que se expresó a través del Movimiento Teosófico mundial, que, como se dijo, comenzó con la actividad oculta de los Maestros ‘K’ y ‘M’, y que era exteriorizada a través de las actividades de H. P. Blavatsky, principalmente; (se sabe que la Teosofía, la Sabiduría Divina, ya existía antes de la fundación de la S.T., aunque no con la fuerza que tomó después de ese hecho).
            A partir de la gran difusión mundial que tomó la Teosofía después de la fundación de la S.T., se crearon otros movimientos para el estudio y difusión de las enseñanzas de esoterismo teosófico, muchos de estos en la primera mitad del siglo XX, como por ejemplo la Escuela Arcana, fundada por Alice A. Bailey (con ayuda de su esposo, Foster Bailey, y con la guía inspirada del Maestro El Tibetano); la Fraternidad Rosacruz, creada por Max Heindel (guiado por “los Hermanos de la Rosa Cruz”, que son seres de la Jerarquía Espiritual); la Sociedad Antroposófica fundada por Rudolf Stainer, y otros movimientos rosacruces y gnósticos tal vez menos conocidos. Muchos de estos fundadores y directores de nuevos movimientos habían recibido las enseñanzas teosóficas ofrecidas por los Maestros a través de Blavatsky. Por ejemplo, Alice Bailey fue miembro de la Sociedad Teosófica, y siguió siéndolo después de que fundara la Escuela Arcana; Max Heindel fue muy motivado al ir a escuchar conferencias teosóficas a cargo de C.W. Leadbeater (reconocido teósofo de aquel tiempo) antes de tener su encuentro con los “Hermanos de la Rosa Cruz”; y Rudolf Stainer fue invitado a participar de ciclos de conferencias en la S.T. como conferenciante y se lo tenía en alta estima en el Movimiento Teosófico. Luego, por razones diferentes, cada cual tomó un camino particular alejándose de la S.T. y fundando un movimiento independiente de “la Enseñanza Madre”, pero siempre conservando los lineamientos originales intactos. Nadie que conozca la historia del esoterismo, podrá dudar que la Sociedad Teosófica fue como una Gran Madre que dio a luz a muchos “hijos” (‘Movimientos para el Saber’) que tomaron rumbo propio… La tan conocida ‘Metafísica Cristiana’ y el movimiento ‘New Age’ de las últimas décadas de nuestro tiempo también tienen hundidas sus raíces en la Teosofía Original, aunque el movimiento New Age, lleno de sincretismo desprolijo y muchas veces de intereses mezquinos, ha convertido al auténtico y original Ocultismo espiritual (“ocultismo blanco”) en un “ocultismo gris”, en el cual muchas veces se han desvirtuado los verdaderos conocimientos.
            También, en la primera mitad del siglo XX, paralelamente al auge teosófico (cosmosófico) recién comentado, fue manifestado (‘precipitado’ de misteriosa manera) un saber que fue publicado cerca de 1950 (después de décadas de guardar los manuscritos). Me estoy refiriendo a “El Libro de Urantia”; un conocimiento que intenta ampliar la mente en cuanto a la idea de “Dios”, acercándola al lado científico.  Es evidente, y los hechos lo demuestran, que una gran cantidad de Instrucción Cosmosófica llego a la Humanidad a granel y por diferentes canales en los últimos 100 años. No hay que olvidar a la apertura de muchos trascendentalistas indos (jñanis, yoguis y bhaktas) que dejaron la India (durante el siglo XX) para venir a Europa y América a difundir las Sagradas Escrituras y las enseñanzas milenarias, como es el caso del muy amado y reconocido Yogananda, de Ramacharaka (escritor de varios libros sobre Pranayama, Raja Yoga, etc.), de Prabhupada, quien tradujo y explicó el Bhagavad-Guita tal como es, etc. Además del Hinduismo, también el Budismo llegó con fuerza a occidente, creando espacios para el estudio del Budismo como filosofía y para la práctica de la meditación budista (Vipassana, Zazen, etc.), y es así como fueron creados muchos templos budistas en occidente. Todo esto tuvo lugar a lo largo de estos últimos 100 años de una manera y con una rapidez que jamás antes sucedió en la Tierra. Al mismo tiempo el Cristianismo, que es la Religión Madre en el mundo occidental, se internó en Oriente y difundió los principios cristianos. Tal es el caso de la Madre Teresa de Calcuta, que, viviendo en la India, profesó la cristiandad y derramó con su ejemplo de vida y actividades de servicio las bondades del corazón cristificado…

            - ¿Cómo es posible que en los cortísimos últimos 100 años (si se compara con la extensa historia de la Humanidad…) el mundo haya tenido tal auge del Conocimiento espiritual, cosmosfófico y trascendental, como no lo tuvo en miles de años…?
            - Es evidente que existe una ‘Inteligencia rectora’ para estos acontecimientos, tanto para la exteriorización del Conocimiento como para la integración espiritual entre Oriente y Occidente… Esa “Inteligencia Oculta” que dirigió y dirige estos Planes, proviene de la Jerarquía Espiritual Planetaria, también conocida como Hermandad Blanca, compuesta por ‘Hermanos Mayores’ de la Humanidad (de este sistema solar y otros venidos de más allá), denominados “Maestros”, siendo, en realidad, almas humanas que han avanzado mucho más que el hombre común promedio en el sendero de la vida. Tales ‘Conciencias Iluminadas’ son las que proyectan los “Planes para el Despertar espiritual de la Raza humana”. Si pudiéramos ver el carácter holístico y global de estos planes de servicio a la vida, desaparecerían las rencillas entre las distintas religiones y las oposiciones y “celos” entre los diferentes grupos de gnosis, rosacrucismo, teosofía, etc., que, por evidente falta de profundidad en la comprensión, se producen en las mentes dogmatizadas.
            El Saber Oculto fue develándose de a poco, porque no se puede hacer todo de una sola vez, por eso, a medida que el tiempo fue pasando, surgieron nuevos “Inspirados” que ampliaron el Saber, y lo especificaron y detallaron en algunos aspectos. El conocimiento de Agartha (por dar un ejemplo) del cual habló (aunque poco) Blavatsky, fue sacado más a la luz por Trigueirinho (autor de más de 80 libros) en las últimas décadas, al hablar de las distintas civilizaciones intraterrestres. A este último hermano lo inspiró  Sarumah(*), un Ser vinculado a la Jerarquía Espiritual, que fue quien le entregó los manuscritos sobre ‘ERKS’(*) (ciudad suprafísica e intraterrena), el cambio genético que se iría manifestando, el cambio de regencia de polaridad planetaria en cuanto al comando espiritual de la vida producido al cambiar desde Shamballa (polo masculino) a Miz Tli Tlán(*) (polo femenino del Planeta, situado en los Andes peruanos) etc… Este último cambio, el de la regencia de la polaridad planetaria femenina, pudo haber empezado a suceder (según la intuición de quien escribe esto) desde la invasión de China al Tibet en 1961 y finalizó en agosto de 1988, cuando la Kundalini Planetaria terminó de trasladarse desde el Himalaya a la Cordillera de los Andes en Sudamérica.
            El auge de la cosmogonía maya y azteca a finales del siglo XX, y la cosmogonía revelada por Sarumah, sustentada con repetidos testimonios de “luces en el cielo” manifestados en una especial zona del Valle de Punilla (‘Los Terrones’, Córdoba, Argentina) presenciadas por decenas y cientos de personas, abrieron aún más la puerta del saber cosmosófico-teosófico, aunque de una manera diferente y complementaria de las antiguas enseñanzas clásicas.
(Este tema, el de Sarumah, ERKS, Miz Tli Tlan, etc., daría para mucho más, pero debo dejarlo allí…).
            A todo esto, también hubo un auge del Contactismo(*), dedicado al estudio del fenómeno OVNI (con lo cual las enseñanzas de Sarumah estaban relacionadas, en su aspecto externo), lo cual, cuando se profundiza, es claro que cae en la esfera espiritual, igual que todo lo demás… Así que todo está relacionado y apunta al despertar de la conciencia del ser humano hacia el terreno espiritual y cósmico.
            Después de este necesariamente resumido panorama sobre el auge de la cosmosofía y la espiritualidad en el último siglo, podemos volver a citar el tema de la ASCENSIÓN, porque este tema fue ampliado y profundizado recién a partir de las enseñanzas del Maestro Saint Germain dadas a la humanidad a partir de 1930, y que tomaron mayor auge desde 1950 en adelante. El Libro de Oro de Saint Germain fue traducido al castellano y publicado en este idioma recién en 1970 (por Conny Méndez), así que a partir de tal década tomó mayor empuje la difusión de la enseñanza del 7° Rayo. Es de esta Instrucción de donde se desprende el concepto de la Ascensión espiritual, pero no solo del alma humana (que es la elevación de la conciencia) sino también del cuerpo físico. La ascensión de este vehículo material, la “envoltura” más densa de la que se reviste el espíritu humano, ‘sí’ es posible, cuando llega la etapa final de la ascensión definitiva, lo cual convierte al hombre en un “Ser Ascendido” totalmente: espiritual, mental y físicamente. Después de alcanzar todos los niveles de la ascensión, incluido el cuerpo físico, el hombre, ya convertido en ‘Maestro Ascendido’, no necesita más reencarnar en la Tierra. En lenguaje esotérico-teosófico, este evento es conocido como el grado de “Adepto”(*) (5° Iniciación).

            Es interesante observar que en Teosofía clásica no se emplea el término “Maestro Ascendido” (término que sí se emplea en la literatura de Saint Germain), sino que se emplea el término “Maestro de Sabiduría” o “Maestro de Amor-Sabiduría”. Esto tiene un sentido, ya que la Teosofía blavatskiana(1) no se encargó de dilucidar el tema de la ascensión como lo hizo (más claramente) la Enseñanza de Saint Germain(2). Esto se debe a que la primera instrucción (dada a través de Blavatsky, Bailey, Max Heindel, y otros) proviene mayormente del 2° Rayo, y, por lo tanto, está dedicada especialmente al desarrollo del 2° Principio de la constitución humana: “BUDDHI”(*), el aspecto “conciencia”; mientras que la segunda instrucción, proveniente del 7° Rayo, involucra especialmente al 7° Principio de la constitución del hombre(*): STHULA ZARIRA (es decir: el cuerpo físico). El estudiante podrá ver las correspondencias numéricas entre los Rayos, los Principios constitutivos del hombre, y la cualidad y tipo de Instrucción manifestada.

            (En el libro YO SOY LA MÁGICA PRESENCIA, se dan pautas sobre el conocimiento de la ascensión física.)

            La Instrucción ofrecida por la línea del 7° Rayo (el Violeta transmutador y alquímico fuego del Espíritu Santo) explica de una manera muy simple y sin tecnicismos ni términos complicados el tema de ascenso espiritual del ser humano. Pero todo tiene un lugar y un propósito en el plan evolutivo: Mientras la Instrucción del 2° Rayo debe iluminar la mente humana y despertar la conciencia búdica (cambiando así, en consecuencia, la conducta del hombre), la Instrucción del 7° Rayo ayuda a terminar de purificar la personalidad humana y finalmente (en su última etapa) a elevar el cuerpo denso a un nivel atómico de luz electrónica-espiritual, llegando así a cristificarse totalmente la materia física, uniéndose al Cuerpo de LuzEspiritual (*) ya formado del avanzado estudiante. Con esta comprensión, se podrá ver que todo tiene su lugar y encaja perfectamente en el Orden Mayor pensado y diagramado por las Grandes Inteligencias para el beneficio del desarrollo humano-espiritual.

            El empleo del Fuego Violeta, el Amor Divino transmutador de las esencias materiales de la constitución humana (incluida la psiquis), debe ser revalorizado, a mi entender y sentir, por los estudiantes del mundo; y el Cuerpo Planetario, la Tierra, debería ser envuelto y compenetrado con la substancia del Rayo Violeta, siendo posible esto a través de visualizaciones y afirmaciones que el ser humano puede originar con su “mente creadora”.

            Encender al Planeta Tierra en Fuego Violeta, con consciencia de transmutación y elevación, es un servicio vital Hoy, porque el tema de la ASCENSIÓN no debe entenderse solo a nivel del ser humano, sino a nivel planetario, lo cual ha sido denominado:


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(*) Todos los términos (Ascensión, Maestro, Jerarquía Espiritual Planetaria, Teosofía, ERKS, Sarumah, Miz Tli Tlán, Buddhi, Rayos Cósmicos, Contactismo, Adepto, Constitución del hombre, Cuerpo de Luz, Ascensión Planetaria, etc.) se pueden encontrar definidos en el BREVIARIO EISA (glosario esotérico ecléctico).

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Ver también, relacionado al tema de la Ascensión:


           
           
           
           
           
           

El Morador del Umbral: Qué es; cómo opera, y cómo enfrentarlo.


         Este tema no siempre es bien entendido por los estudiantes, y, a menudo, pasa bastante tiempo hasta que la correcta comprensión de este asunto es adquirida.
            ElMorador del Umbral, también denominado Habitante del Umbral y Guardián del Umbral, es como “una sombra” que persigue al hombre durante el transcurso de sus múltiples reencarnaciones. Esta sombra está unida inseparablemente al ser humano, debido a que es, en realidad, energía de kamamanas. Este vocablo, del idioma sánscrito, significa: kama: deseo; manas: pensamiento, mente; es decir que la más burda y grosera energía (energía mal empleada y cualificada) del ‘deseo’ con la adhesión de la ‘mente’ en ello, va formando en el mundo invisible, muy cercano al físico, un “ente artificial” (porque es creación astral-mental) que comienza a tener vida propia, o mejor dicho, a moverse en su propio plano en forma independiente a la voluntad humana consciente. Este ente es “hijo del hombre”, porque es creado y nutrido con la energía de los pecados del mismo ser humano; es “su propio demonio”, el cual deberá ser enfrentado una y otra vez al disponerse el hombre a superar sus vicios y malos hábitos de todo tipo. Esta actitud de autoconocimiento y autosuperación y perfeccionamiento del carácter, llega cuando el alma humana ya tiene la suficiente madurez como para inspirar a la personalidad terrestre (al hombre encarnado) a transitar el sendero de búsqueda de la Verdad y, por ende, de elevación y purificación.
            En este Sendero interno, a medida que la Divina Presencia YO SOY (el Atman o Espíritu) adquiere poder en la forma, se van venciendo las energías del demonio interno, ‘el Morador’, hasta que llega el momento de vencerlo totalmente, lo cual significa una Iniciación del alma. Este proceso mediante el cual el ser humano se va purificando y elevando en conciencia y vibración, ha sido denominado TRABAJO INTERNO.

            La denominación “Habitante del Umbral”, o ‘Guardián’ o ‘Morador’, significa que este ‘ente astro-mental’ de vibración desagradable (por lo cual muchos han dicho visualizarlo como un monstruo) habita en el umbral entre dos zonas: la realidad material del ser humano y el Espíritu. Es decir que esta grosera entidad o egregor ‘mora’ entre el hombre de carne y el Espíritu Divino en el hombre, y ‘guarda’ y vigila que el ser humano obedezca a sus apetitos sensuales y viciosos para nutrirse de más energía grosera, tratando a la vez de impedirle o dificultarle su paso hacia la región del Divino Espíritu. Trata de distraerlo con deseos materialistas y de variadas maneras intenta desviarlo del rumbo espiritual. Sabe que si el hombre despierta espiritualmente, sus días estarán contados…; por eso se le denomina “Guardián del Umbral”, pero todo hombre ha de enfrentarlo tarde o temprano y de vencerlo llegada la Hora.

            Así como existe este Morador en cada ser humano no liberado, también existe “ELMORADOR DEL UMBRAL PLANETARIO”, conformado por el conjunto de energías de pecados de toda la Humanidad. Tal Morador Global también será vencido por el Espíritu Planetario, y la lucha está siendo hoy entablada, porque la Tierra esta elevado su vibración y al final de este proceso ascensional deberá librarse definitivamente de Su Sombra. Eventos astronómicos, como el del profetizado paso del “PLANETA X”, estarían vinculados a este tema…

            A continuación he copiado un párrafo sobre el Morador del Umbral, del libro “FuerzasInvisibles” de M-P- Hall. 


ENFRENTANDO AL MORADOR DEL UMBRAL

            La primera etapa en la antigua iniciación era pasar ante el terrorífico monstruo que mora en la linde de los mundos físico y espiritual. A los Hijos de la Luz se les decía
que nunca podrían "avanzar en lejanas comarcas" o "ganar el salario del Maestro
Constructor" mientras no enfrentasen con valor y resolución el demonio invisible que
mora siempre con ellos y no despertarán dentro de ellos las fuerzas sutiles con las
que él estaba compuesto. La mayoría a de la gente no llega a conocer esa terrible
figura hasta el momento de la muerte cuando la inteligencia actúa por un breve
instante en esta linde de la muerte y la vida, así llamada, que es el lugar donde mora
la bestia. Allá está agazapada —esa cosa construida por los pecados de la carne y los
crímenes cometidos en la oscuridad—, un espectro de pavoroso terror, la suma total
de la perversión, con el agregado de las fuerzas que se emplearon mal y del talento
pervertido. ¿Nunca nos hemos detenido a pensar que las cosas que hacemos sin juicio
llegarán un día a enfrentarnos como jueces acusadores y nos impedirán llegar a la luz
que algún día reconoceremos y trataremos de servir?
            En épocas muy lejanas, cuando el hombre pecó por primera vez, nació ese ser, y
gritó sobre la sangre del primer hijo de Dios que fue matado. El odio y el miedo, los
celos y la codicia, las pasiones y la lujuria, la negligencia y el crimen, todas estas
cosas lo han nutrido hasta que en el momento presente el hombre lleva consigo un
ser todopoderoso criado y educado por lo peor que hay en él, una bestia semejante a
un demonio que lo incita siempre al crimen y a la perversión, que lo tienta siempre,
por medio del hábito, a hundirse en ese fango de la degeneración del cual sale
arrastrándose tan penosamente.
            Este es el Guardián del Umbral. Nunca lo hemos visto, pero no hay día en que no
combatimos con él, luchando para liberarnos de los anillos del pecado que son sus
manifestaciones. Cada vez que dominamos un rasgo indigno de carácter, pasamos
ante el Morador del Umbral; porque nuestros pecados nos separan del mundo del
espíritu, y cuando dominamos nuestros errores actuando honradamente en vez de
dejarnos llevar por nuestros malos impulsos como antes, el pecado ya no es un
obstáculo tan grande. Finalmente llegamos a ser capaces de enfrentar ese ser por
última vez, y entre los éteres del mundo superior luchamos con el dragón del karma
hasta vencerlo y, bañándonos en su sangre, nos volvemos inmortales; por cuanto la
energía es la sangre del Morador, y está constituido con la energía que hemos
perdido o mal usado.
            El Morador difiere de los elementales y de los Espíritus de Naturaleza en este
particular: los últimos son en sí una creación separada, que flotan en el espacio y que
viven en las esencias etéricas; el Guardián, no obstante, está atado al hombre y
nunca lo abandona. Crece o disminuye con los pecados del individuo del cual forma
parte. El Guardián del Umbral es realmente el cuerpo de pecado de todos los seres
que poseen una inteligencia individual. Aunque el hombre es el único ser inteligente
que conocemos, hay muchos otros en la Naturaleza. El planeta Marte es el cuerpo de
pecado del Dios Solar y por consiguiente es su Guardián del Umbral, pero la Deidad
ha trasmutado su poder en la dinamo del sistema solar.
            Los que quieren servir a Dios con seguridad y unirse a los inmortales, deben
primero dominar sus propios pecados. El precio que hay que pagar para entrar en el
Templo es la conquista de nuestra naturaleza más baja, porque no podemos servir al
mismo tiempo a Dios y a Mammón. Si queremos forzar una parte de nuestra
naturaleza a que desarrolle poderes espirituales, mientras que con la otra servimos al
vicio y a las cosas materiales, es buscar la demencia y la muerte. Por consiguiente,
antes de internarse en el verdadero camino que debe seguir el discípulo espiritual,
hay que examinarse a fondo y ver cuántos elementos de la naturaleza más baja
siguen atándonos a la tierra. Entonces comienza la gran batalla tantas veces
simbolizada en las ceremonias religiosas de los antiguos, que debe resultar en la
muerte de la naturaleza inferior, la del Morador. De las cenizas del ardiente conflicto,
se eleva la naturaleza más alta y se une con el espíritu de luz. Este es el misterio de
la crucifixión y el significado recóndito del tercer grado del rito masónico. En escala
menor, entablemos todos los días este mismo combate, pero por último debemos enfrentarlo con valentía y llegar a una decisión.”





miércoles, 1 de noviembre de 2017

EL MISTERIO DEL HOMBRE: “Cónicas de la Tierra” y “Teosofía”. Exponiendo y profundizando sobre el tema “anunnaki”.


            He visto que, en Internet, en los últimos años se ha difundido mucho el tema de los Anunnaki. ‘Anu’, en los textos babilonios-asirios, significaba cielo, estrella; es decir que anunnaki serían “seres estelares” o “seres venidos del cielo”, o, simplemente “seres extraterrestres”. También se les denomina nefilim (caidos o venidos del cielo).
 A partir de unos escritos de Zecharia Sitchin intitulados “CRÓNICAS DE LA TIERRA”, el tema de los anunnaki, seres extraterrestres tomados por “Dioses” por civilizaciones humanas arcaicas, tomó auge y atrajo el interés de muchos curiosos e investigadores.
         He estado leyendo “El 12°Planeta” , el primer libro de “Crónicas de la Tierra” (de Z. Sitchin) y, como estudioso de Teosofía y Antroposofía que soy, no puedo dejar de reconocer y ver las siguientes cosas:
1.     Que tal obra es, desde el punto de vista de los datos aportados a nivel de los descubrimientos arqueológicos, un interesante aporte a los investigadores de la verdad sobre el origen del hombre en la Tierra.
2.     Que los datos aportados, si bien desde el punto de vista de la ciencia arqueológica puedan ser valiosos, son sin embargo insuficientes para determinar la verdad del origen primigenio del ser humano en la Tierra; (la Teosofía aporta más datos, tomando al ser humano como un ser material, álmico y espiritual; y no tan solo como una creación material, como parece ser en lo que se basa las investigaciones de Sitchin, que jamás habla de la creación del alma humana y del origen del Espíritu humano).
3.     Que el autor de este libro: “El 12° Planeta”, Zecharia Sitchin, no parece ser un investigador imparcial, porque a través de su relato se notan sus intenciones de confluir en ciertas ideas preconcebidas. Su relato se esfuerza por concluir en que el ser humano proviene de SUMER (tierra de los sumerios), y que todas las civilizaciones, incluida la egipcia, provienen de aquella. Este autor, al referirse a los sumerios, se está refiriendo en realidad a los que en Teosofía se denomina “2° subraza” de la Raza ARIA (la 5° raza raíz), que es la ‘subraza árabe’ o “babilónico-asirio-caldea”. Pero, a pesar de lo que dice este autor, no sería  allí donde comienza la Humanidad, sino mucho antes…, como en Teosofía se estudia.
4.     La historia que cuenta Sitchin sobre la llegada de los anunnaki a la Tierra y su vinculación e incidencia en la humanidad terrestre, se remonta a 445.000 años atrás. Sin embargo, millones de años antes según los estudios teosóficos (hace decenas de millones de años), existió la raza Lemur o lemuriana, en el continente Lemuriano (en lo que hoy es el Océano Indico), raza de color negroide que emigraron a África; y hace 5 millones de años aparecieron los Atlantes que vivieron durante millones de años en el Continente Atlántico en el norte del océano que hoy lleva el mismo nombre… Por lo tanto, los anunnaki llegaron a la Tierra mucho después de estas etapas raciales humanas. Ya había civilizaciones en la Tierra, y otras Jerarquías extraterrestres y ultraterrestres (angélicas) ya habían creado al ser humano (aunque aún estaba en formación, y aún lo está). Hace 16,5 millones de años llegaron a la Tierra los Manasaputras (Señores de la Mente), que eran seres superiores dotados de un gran Fuego Mental; estos seres “soplaron” dentro del homínido humano la substancia de la mente que, como germen, quedó en el hombre lemuriano. Ese fue el inicio del alma humana (el primer paso del prehistórico “homosapiens”, que se desarrollo más tarde…). Todo esto ocurrió mucho antes de que los anunnaki llegaran a nuestro planeta. Los anunnaki, al llegar a la Tierra pusieron de sus genes en el humano ya existente…, pero no fueron los “creadores del ser humano”…, ni mucho menos.

El 3° punto citado arriba, en el cual Z. Sitchin afirma ser SUMER y toda el área de la Mesopotamia el origen de la civilización humana, puede ser rebatido por conocimientos de Teosofía, como por ejemplo, los encontrados en los siguientes libros:



Ambos libros del teósofo Scott Eliot

Y “EL SISTEMA SOLAR” (de Arturo Powell).

Los pongo a disposición para que los investigadores comparen los conocimientos y saquen sus propias conclusiones.
También comparto el “BREVIARIO DE ESTUDIOS EISA”, donde se pueden estudiar los términos “Raza”, Raza Madre”, “Raza Raíz”, “Subraza”, etc., para aclarar conceptos que en el libro de Zecharia Sitchin no son aclarados.
Existen insuficiencias o temas dudosos en la obra de Sitchin (“El 12° Planeta”); como por ejemplo, el tema de ‘las repentinas’ apariciones de vegetales y animales domésticos  en la Mesopotamia (en la tierra Sumer). Sitchin afirma que son los anunnaki los que trajeron las especies de vida vegetal y animal que hicieron de la legendaria Mesopotamia un Jardín de vida muy próspero, en el cual floreció (según él) por 1° vez la agricultura… Pero Sitchin no está tomando en cuenta las antiguas civilizaciones atlantes (4° Raza Raíz) que habitaron el continente de la Atlántida mucho tiempo antes… Sitchin no habla de esto… Los atlantes fueron civilizaciones con adelantos también en todo orden de la vida y hubo emigraciones atlantes (varias) durante miles de años antes del último Diluvio que terminó por hundir Poseidonis (la última porción de la Atlántida, hace 13000 años).
Esto no quita ni anula la idea de Sitchin de que existían seres de las estrellas en todo esto…, pero los anunnaki no fueron los únicos que intervinieron en la creación del hombre. Estos seres celestiales a los que hace referencia Sitchin (lo cual extrajo de la traducción de las tablillas sumerias en escritura cuneiforme) eran extraterrestres con mayor adelanto tecnológico que el humano terrestre, pero de muy dudosa conciencia moral, como lo demuestran los relatos sumerios… Estos “dioses” tenían amores y odios entre ellos y con los humanos terrestres; podían tener acciones benéficas y ayudar al hombre, pero también podían destruir y castigar sin piedad al ser humano…
Algunos anunnaki eran lujuriosos, incestuosos y violentos (hasta violadores); tenían relaciones sexuales con sus propias hermanas e hijas (esto no es idea mía…, todo está en el libro de Bichín “El 12° Planeta”). Es evidente que estos “dioses” no eran evolucionados álmicamente, ya que además se demuestra (por los relatos sumerios) que podían ser egoístas, celosos, envidiosos, iracundos, posesivos, ambiciosos y soberbios; todas estas son emociones de baja calidad y vibración que, evidentemente, “heredó” el ser humano terrícola, y de ello se desprende que, tanto los “humanos terrestres” como los “humanos extraterrestres” (estamos hablando particularmente de los anunnaki), tendrán por igual y por delante, un largo y purificador sendero que recorrer para la evolución de la conciencia (alma), es decir, un camino de purificación interior que pueda terminar en la transformación del carácter, cimentado en una transformación alquímica del alma. “El carácter es la piel del alma”; por lo tanto, podemos inferir que el alma de estos “dioses” no podría ser muy iluminada que digamos...

Sitchin compara las leyendas sumerias de “los dioses anu” con las leyendas de los dioses griegos (Zeus, Poseidón, Hades, etc.,) y parece ser que se trataría de los mismos seres; eso es interesante, pero la creación del ser humano no se limita a tales “dioses”…
En Teosofía se explica que la creación del Hombre en el esquema de evolución de la Tierra proviene de tiempos inmemoriales, y que ha comenzado en forma germinal, con el mismo proceso de gestación del planeta Tierra. Durante el proceso, han estado interviniendo “Jerarquías Creadoras” de diferentes niveles evolutivos del sistema solar y del cosmos. Tan solo una de esas Jerarquías Creadoras serían los anunnaki (de las tablas sumerias) que intervinieron en una porción muy menor de tiempo (si se compara con todo el proceso…), y se trataría (los anu) de una jerarquía de ‘Devas’ (significa “brillantes” o “dioses”) de menor categoría, todavía muy materiales e imperfectos. Estos seres intervinieron en la creación del ser humano terrestre en sus principios constitutivos inferiores, materiales (cuerpos físico y emocional, principalmente), pero no crearon al ser humano, ya que, como vimos, este ya existía antes de que los anunnaki arribaran a la Tierra.
Ahora bien: ¿Por qué y cómo pudieron llegar a la Tierra estos seres…?
Más allá de que se diga que proceden del ‘12° Planeta’, eso no sería importante o relevante, sino cómo es que el Espíritu Planetario Terrestre (El Logos Planetario) dio permiso a su ingreso…
Respuesta: El Logos Solar Planetario “abrió Sus Puertas” y permitió la entrada de seres del espacio exterior (a los autorizados), durante el período atlante; esto ocurrió por Ley de Servicio (lo cual encastra también con el Karma loloico en Su Creación), ya que cada Logos Creador debe asumir parte del “peso” de lo que aún queda por superar en el Universo Local del cual forma parte. (Aquí hay bastante para reflexionar…).

(Fuentes internas revelan que el Sol Planetario permitió a los anunnaki ingresar a la escena evolutiva terrestre en un período, pero que, en ese tiempo, hubo otros ingresos e influencias no autorizados, que interfirieron indebidamente en la genética humana).

Además de lo explicado (que los anunnaki no crearon al Hombre, sino que se les permitió solo intervenir e interactuar en un período, produciendo algunas inclusiones genéticas), hay que agregar que estos extraterrestres de un orden evolutivo ‘inferior’ (si se los compara con el resto de los Creadores y Jardineros de Vida del Universo) nada tuvieron que ver con la aparición del germen mental en el hombre-animal lemuriano (en 3° Raza Raíz) y menos aún tienen que ver con la “Chispa espiritual” que es la esencia más interna del Hombre… En estas inclusiones y conexiones internas y supersutiles intervinieron Jerarquías de Seres más elevados (solares) de los cuales Zecaria Sitchin nada habla, porque las tablas sumerias, pareciera que nada dicen (o casi nada…); pero que no lo hayan sabido los sumerios y no lo hayan escrito en sus tablas, no significa que estos conocimientos más amplios sobre las Jerarquías Creadoras del Universo no existan… La Teosofía sí nos habla sobre ello…
La Teosofía considera al Hombre como un ser material, mental y espiritual (para decirlo en forma simplificada) y por lo tanto, han existido (y existen) seres de la Creación Universal que se dedican a construir cada ‘piso o nivel’ del ser humano. Por ejemplo, en la construcción de una casa, existen diversos especialistas que se dedican a diversas cosas para que la casa esté finalmente edificada y completa. El arquitecto construye el plano, llama al constructor, y este llama a los obreros que construyen los cimientos, las paredes, el techo (que a veces lo hacen techistas especiales) y luego deben trabajar los especialistas en electricidad, plomería, revestimientos, etc. Jamás se nos ocurriría pensar que solo el arquitecto, o que solo un obrero o un grupo de ellos (sin especialistas), construiría sin ayuda la casa completa… Pues bien, el Hombre es como una muy compleja “casa” que estuvo siendo construida (y aún está en proceso) a través de edades raciales que han durado millones de años. Esto no lo explican las escrituras sumerias… Las jerarquías constructoras son “dévicas” o bien “angélicas”. Dentro de estas jerarquías hay extraterrestres, pero estos son físicos o etéricos en sus cuerpos, pero la mayoría de estos ‘seres constructores’ son tan elevados que ya no poseen cuerpo material visible (al ojo humano físico); están en el plano astral, o en el mental o en niveles aún más elevados. Estos últimos son los responsables de construir la parte “álmica” y “espiritual” de la “Casa-Hombre” o “Templo Humano”.
Con respecto a las Jerarquías Creadoras necesarias para la construcción de un planeta y de todas las especies de vida en el mismo, sugiero la lectura del siguiente libro, de Vicente Beltrán Anglada (teósofo y estudiante de la Escuela Arcana):


Este libro explica que los Angeles o Devas Creadores son llamados por el Logos Planetario (el Espíritu Planetario) para la creación de Su próximo “Cuerpo de Manifestación”: UN PLANETA. Los Ángeles de tantísimas categorías y niveles acuden a Su Llamado y se encargan de construir todo, y cuando digo “todo”, es “todo”: Los primeros Angeles (ultraterrestres muy evolucionados) junto al Logos, delimirtan el espacio en el cual van a construir y extraen del Logos mismo las cualidades de energía para plasmar en el espacio “EL ETER”. El éter  es la substancia (el espacio ‘cualificado’ con energía) en la cual se construirá el cuerpo etérico-físico planetario y todas las formas de vida de todos los reinos y especies de vida que existirán en el planeta. Los Devas trabajan con la substancias elementales del éter y llegan a materializar las energías gaseosas e incandescentes y a transformarla (por alquimia divina, ciencia muy elevada) en elementos químicos y en formas creadas. Esta es una explicación muy simplificada (e imperfecta…) porque no me puedo explayar aquí (para eso está el libro de Anglada que lo explica muy bien…), pero así doy una idea, y vemos que las cosas no son tan simples y lineales como las cuenta Z. Zitchin. Por ejemplo, Zitchin dice que en Venus no existe vida, simplemente por el hecho de que nuestra ciencia “no la ve”, lo la puede registrar con sus aparatos actuales… En esoterismo teosófico se sabe que, aunque el ojo físico no lo vea, existe vida en los demás planetas del sistema solar, hay especies evolucionando (y hay seres inteligentes, como los venusinos) que no podemos ver físicamente, aunque un ocultista clarividente si puede registrar… Los Ángeles también trabajan en esos planetas, porque ellos construyen vida en todos los planos, no solo en el plano físico. La visión de Zecharía Sitchin es, evidentemente, muy materialista.
Aclaro que este libro (“Las Fuerzas Ocultas de la Naturaleza”) podría ser algo complicado para quienes no tengan estudios de Teosofía básica…, pero con la ayuda del BREVIARIO (donde se pueden encontrar los vocablos) se puede leer…

Algo que hay que agregar es que el hecho de que se hayan encontrado escrituras sumerias después de estar miles de años enterradas, no significa que todo lo que digan esas escrituras sean “verdades infalibles”…, ya que fueron escritas por escribientes de aquella época que eran ‘humanos’. Los escribas podían ser sacerdotes o encargados de escribir las historias y relatar los hechos según lo que ellos podían entender de los hechos… Es decir que se trata de relatos de personas de aquella época que cuentan, según su óptica y comprensión, lo que veían o estaban autorizados en escribir… En resumen, se trata de “opiniones” de personas de aquella época, que, aunque sean “opiniones” tal vez autorizadas en aquella cultura, no estarían exentas de errores, como tampoco están exentos de cometer errores los científicos, sacerdotes y escritores de nuestros tiempos, que escriban sobre cualquier materia… Además las traducciones de las tablillas sumerias a veces parecen ser entrincadas y simbólicas y referenciales, y hay mucho ‘personalismo’ de Sitchin en la interpretación de los significados, con tendencias a interpretaciones materialistas (siempre pensando solo en la existencia ‘tridimensional’) de hechos que podrían tener significancia esotérica, que, por supuesto, Sitchin no puede develar…).
 Digo esto, porque muchos toman estas traducciones de la escritura cuneiforme sumeria como “una gran verdad indiscutida”. Es como si por haber estado miles de años bajo tierra las escrituras hubieran tomado un hálito de “sagradas”… No sé por qué…, pero veo que esto sucede así… Para mí son opiniones o puntos de vista (con inevitables limitaciones humanas) de personas sumerias ya desaparecidas…, pero no hay nada de sagrado o infalible en ello; aunque sí es interesante estudiar todo… (y sobre todo estudiar los simbolismos esotéricos que puede haber detrás de los relatos, cosa que no he visto en el libro de Sitchin).
Es evidente que los sumerios no conocían (o lo escondieron muy bien entre sus simbolismos) los secretos del Hombre y del Cosmos que en estos últimos siglos han salido a la luz sobre Teosofía, Cosmogonía y Antroposofía, que nacieron con revelaciones de ocultistas como Cristian Rosenkreutz (Cristiano Rosacruz), H.P. Blavatsky, Max Heindel, y muchos otros… Sin embargo, lo interesante es que las escrituras sumerias revelan la existencia (en aquella remota época) de una conexión directa, física, con “los dioses” (que no eran dioses sino extraterrestres), cosa que más tarde… se perdió, ya que “los dioses” se retiraron de la escena visible. Es muy posible que un grupo de “Custodios de la Evolución” (seres de jerarquías más elevadas) fueran los que, en un momento dado, comenzaron a impedir que esos dioses inferiores (los anu…) siguieran descendiendo a la Tierra y mezclándose con los humanos terrícolas. Esto fue como antesala y preparación para un evento muy especial que pronto sucedería: el ingreso a la Tierra de una “ENERGÍA-CONCIENCIA” superior, una Jerarquía Solar muy elevada, que fuera conocida en la Humanidad terrestre como “CRISTO”.
Cristo no es una persona, sino una Conciencia Solar-Espiritual. Era, por supuesto, un ser muy superior a los anunnaki; un ser de categoría Solar de elevadísima evolución moral y de ‘la Conciencia’ (ingrediente que era más bien pobre en los anunnakis). Cuando El Cristo, el Gran Ser Solar, desciende a la Tierra en la figura de Jesús, las cosas cambiaron, porque el resto de “los dioses” (anunnakis, reptilianos, insectilianos, etc.) se tuvieron que “correr de la escena”… Por eso es que hubo una gran lucha oculta entre las Fuerzas de la Luz Crística (personificadas en la figura de Jesús, pero presentes en toda la Tierra) y las fuerzas retrógradas (anticrísticas) cuyo poder era ‘el egocentrismo’. Aclaremos: Lo anticrístico es “egocéntrico”; lo crístico es “cosmocéntrico” (es unidad). El Cristo vino a barrer con esas jerarquías menores para conducir al ser humano de la Tierra a su despertar espiritual (hacia el Reino del Padre, que es el reino de la Unidad).
Como CRISTO es la más alta jerarquía de este universo local, tenía la potestad de regir sobre todas las cosas y seres, y a los extraterrestres egocéntricos que se aprovechaban del ser humano terrícola no les gustó nada la labor del Cristo, porque El venía a mostrar al Hombre el camino hacia la Verdad, la Libertad y la Iluminación (o cristificación). De ahí el dicho bíblico: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”… Con esto, les estaba quitando poder a “los dioses” sobre el ser humano.   Por eso es que comenzó una lucha. Bien sabido es cómo los romanos perseguían a los cristianos… y cuantas proezas realizaron los apóstoles para convertir a los infieles, y como los romanos (influenciados por las fuerzas retrógradas anticríticas) martirizaron a muchos… No hace falta hablar más de eso… Los dioses romanos (que en esencia eran los “Anu”) fueron reemplazados por UN UNICO DIOS PADRE, un Único Espíritu Universal, y SU HIJO: ‘CRISTO’ (que era una extensión del mismo Padre-Espíritu en su descenso a la Materia). Este “Cristo” es el Amor Cósmico que vive como chispa en el corazón de cada ser sintiente. Esa chispa solar en el ser humano debe lograr convertirse en Llama consciente… Ese es “el sendero” para las peregrinas almas…, el sendero que conduce hacia el reencuentro espiritual y el Despertar de la Conciencia. Pero los anunnaki no podían enseñar este sendero a la Humanidad terrestre, por el simple hecho de que ellos mismos adolecían (en general) de la conciencia espiritual necesaria para guiar a otros (eran fundamentalmente egocéntricos, no crísticos, salvo, tal vez, algunas excepciones con individuos de su raza). Estos “dioses” eran materialistas y tenían poder sobre la materia, pero la mayoría eran anticrísticos, porque solo seguían los intereses de sus sectarios deseos egoistas. Tener poder sobre la Tierra y señorío sobre la vida en la Tierra era su mayor interés; no estaban interesados en la evolución del alma o conciencia (aunque algunos de ellos pueden haber mostrado en ocasiones signos de mayor benevolencia…). Por todo esto es que CRISTO, tuvo que venir…, para enseñar al Hombre el camino hacia su despertar espiritual y Liberación…
Por lo tanto quien diga que Jesús fue otro “anunnaki” más…, como he escuchado decir, se equivoca, y no sabe lo que está diciendo…

Por supuesto que había mucho más como para explorar…, pero dejo los libros ofrecidos para abrir más la cabeza con respecto a estos temas, y no quedarse solamente con lo que escribió el hoy muy popular Zecharia Sitchin, que, aunque hizo un buen aporte para sumar a la investigación general, no debiera ser tomado como la principal fuente o la ‘piedra fundamental’…
La TEOSOFÍA, es, para mí, sin dudar, lo más completo, ya que abarca, no solo las investigaciones de la ciencia material, sino los estudios filosóficos de la Humanidad y los ‘estudios esotéricos’ que complementan el saber con la comprensión de “lo invisible” (pero no por ‘invisible’, menos ‘real’…).
S. Ra.



Ya que todo esto se refiere al MISTERIO DEL HOMBRE, de su creación, comparto también otros dos materiales a continuación, en los cuales se pueden ver otras facetas de las posibles “motivaciones” que pudieron llevar a los ‘Seres Superiores’ a crear vida en la Tierra y a crear al ser humano terrícola.