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lunes, 15 de mayo de 2017

LOS ANUNNAKIS: Quienes son, de dónde vienen, y cuál fue su intervención en la Humanidad de la Tierra.


         En esta oportunidad voy a dar algunas pautas sobre esta temática. Verán que es una explicación sintética, pero que podrá ayudar a entender algo más sobre este tema que ha generado tanta polémica a través de su continua difusión en internet.
El tema de los extraterrestres denominados anunnaki, (término que nos llega desde la cultura sumeria), generó una explosión de opiñones e ideas diversas. Mucho de todo esto se lo debemos (para bien, o para mal…, según la profundidad del el ojo crítico que lo mire) a Zecharia Sitchin, que fue uno de los intérpretes de las tablas sumerias encontradas. Este hombre escribió libros al respecto, y sus libros crearon polémica y desde allí todo entró a internet, donde se creó ‘la explosión de ideas’ a la que me refería…
Ya muchos investigadores coinciden hoy en que Zecharia Sitchin mezcló mucho de sus propias ideas subjetivas con lo que extrajo de la lectura de las tablas sumerias; es decir, que hubo “un coloreo” de su propio trasfondo de ideas con lo que verdaderamente dicen las tablas de escritura cuneiforme de los sumerios… Así que, desde mi punto de vista, diría que no hay que creer en todo lo que desde esa fuente ha salido; de la misma manera que no hay que creer ciegamente en ninguna fuente, provenga desde donde provenga; porque hay que investigar siempre en las causas y en la raíz y origen de los conocimientos,  informaciones y teorías. Tanto las religiones como las filosofías más antiguas tienen sus orígenes, y el investigador serio debe ir en busca de tales orígenes para no dejarse engañar; porque desgraciadamente, un conocimiento falso que se repite miles y miles de veces a través del tiempo, sin reflexionar y sin ir al origen, se transforma en una Gran Verdad… En síntesis: “la repetición permanente de una mentira, termina ‘sonando a verdad’ para el irreflexivo ser humano”… que se contenta con los que otros dicen e investigaron.  Por eso, cuidado con las informaciones que andan dando vuelta por Internet… Ir a las fuentes y orígenes, es decir, investigar seriamente, es lo único que nos puede salvar de la ignorancia y de ser repetidores de mentiras o de conocimientos sombríos y deficientes. Esto último es lo que, a mi entender, pasa con el tema de la teoría de los anunnaki, que nos llega de las historias sumerias…

De mis 30 años de estudio sobre religiones, filosofía, anroposofía y cosmosofía, y después de haber investigado en fuentes del conocimiento de oriente y occidente durante ese tiempo, y de haber conocido grupos espirituales, religiones, grupos metafísicos y esotéricos, etc.; he visto que lo más serio y de mayor apertura y profundidad que he encontrado, y que nos puede llevar a investigaciones sin barreras dogmáticas, es la auténtica “TEOSOFÍA”; la cual puede llamarse también ‘la verdadera GNOSIS’. La Sociedad Teosífica fue creada en 1875, pero “la Teosofía” (o Sabiduría Divina) existe desde tiempos inmemoriales. En la S.T. existen tres objetivos, como ‘alma de la Institución’, y quiero citar particularmente a uno: “Efectuar un estudio comparativo entre ciencia, religión y filosofía”, con mente abierta y libre pensamiento. Digo esto porque el tema de los anunnaki podría entenderse mejor en un contexto más amplio (sobre Evolución) que nos aclare, y que nos permita ir más allá de lo que nos pueda haber contado Zecaria Sitchin… Hay que atreverse a dudar (creativamente), pero también a estudiar todo en profundidad…, y a través de más de una fuente. Para esto podríamos (y es lo que yo aconsejaría a los investigadores de los anunnaki) meternos en el estudio de “LAS JERARQUÍAS CREADORAS” que nos enseña la Teosofía tradicional.
Eso último lo dejo como sugerencia; pero no voy a explicar ese tema aquí y ahora. Sin embargo, lo que diré a continuación, entrando ya más en “el tema anunnaki”, tiene mucho que ver con el tema de “las Jerarquías Creadoras”. En Teosofía este tema se estudia en forma más metafísica y esotérica, sin emplear términos como “extraterrestre”, por ejemplo, pero un investigador abierto podrá ver que, al menos parte de esas Jerarquías Creadoras, son, efectivamente, extraterrestres y ultraterrestres (términos que antiguamente, y en los círculos esotéricos, no se usaban). Lo que antes era “esotérico”, es decir, “oculto al vulgo, reservado a los iniciados y estudiosos” (ya que ese es el significado de dicha palabra), en estos tiempos está saliendo a la luz en forma cada vez más ‘exotérica’, es decir que esos conocimientos ocultos o reservados (que se encuentran en los mitos de todas las antiguas culturas) están tomando, en estos tiempos, forma exteriorizada y desmitificada para que los entiendan más fácilmente mayor cantidad de seres humanos.

Entremos ahora directamente al tema.
Aclaro que la siguiente tesis es fruto de mis investigaciones y de mi contacto interior. Que cada cual vea que “eco” hacen estos conceptos en sus conciencias…
Recordemos, ante todo, que a palabra anunnaki proviene del término “Anu”, nombre de la cabeza directriz de esa civilización extraterrestre que, según cuentan las historias sumerias, visitaron nuestra Tierra incidiendo sobre la creación del ser humano.

Comencemos:
Los ANUNNAKI son seres de Venus, de Marte, de Orión y de otras constelaciones (no venidos solo de un planeta, como dice Sitchin, que son del 12ª Planeta...). Son un grupo, o categoría de seres, con ‘egoidad’ muy fuerte, es decir, con mucha energía de “yo egocéntrico”. Algunos son del tipo reptiloide, mientras que otros, son del tipo más humano (más parecidos a nosotros); pero más allá de la tipología racial, lo que más los define es su estado de conciencia. Son “extraterrestres”, es verdad, porque no son originarios del planeta Tierra, aunque, como se vió, algunos grupos anunnaki provienen desde nuestro propio sistema solar y otros desde más allá del sistema; pero eso no importa, ya que como vimos, los define su estado de conciencia, es decir: “su estado vibracional álmico”, no su origen planetario o su tipología racial.
Los pleyadianos, por ejemplo, son algo superiores, en nivel álmico, a los anunnaki, y hay venusinos que no pertenecen al ‘grupo álmico anunnaki’ (obsérvese el concepto que encierra esa frase) porque son de una categoría superior en conciencia. Podríamos definirlo así:
El “grupo lunar” venusino son los anunnaki, y el “grupo solar” venusino son los Kumaras, los Señores de la Mente Iluminada. Los primeros (los anu) son más materialistas y egocéntricos; los segundos, son más espirituales y kosmocéntricos (y por lo tanto, más altruistas). Ambos grupos, coexisten, y ambos estuvieron conectados  a la creación del hombre terrícola.
Los anunnaki dieron al hombre cierta clase de genes físicos (al mezclarse con los hombres, lo cual estuvo autorizado, hasta allí…, por el Logos Planetario) y dieron algo de los principios intermedios de la constitución humana: el cuerpo de deseos y la substancia mental inferior; es decir que dieron el kamamanas al hombre (kama: deseo; manas: mente; pero la mente inferior, es decir, los subplanos más densos del Principio mente).
La otra Jerarquía, los Señores Solares de Venus (los Kumaras) dieron el manas superior y parte de Buddhi (es decir, substancia superior mental y supramental) por un sistema de transfusión superior de tales energías. Los Señores Solares dieron de sí mismos al humano terrícola, dieron del fuego o energía de sus propias mentes, lo cual significó un gran sacrificio, porque quedaron enlazados al hombre terrenal hasta que llegase la hora de la liberación propia de la Humanidad… (Esto está explicado en forma de mito en muchas culturas, por ejemplo, en los mitos de Grecia: del ‘Titán Prometeo’).
Toda esta intervención extraterrestre en la Tierra, de distintas jerarquías y niveles de seres para dar vida y conciencia al ser humano terrícola, por supesto, paso hace muchísimo tiempo…
Según lo recién explicado, la teoría más popularmente difundida por internet que dice que al ser humano terrestre lo crearon los anunnaki, sería incorrecta, o al menos, incompleta; porque los annunaki (por su categoría álmica) no podían insuflar en el hombre los principios superiores e intermedios (Atma-Buddhi-Manas superior). Para esto se necesitaban seres que poseyesen muy despierta y activada en sí mismos la materia mental superior y la Energía espiritual…
(El tema daría para más…, pero solo quiero dar las ideas principales).

Dentro de ambos grupos, los anunnaki y los Kumaras, hay niveles también, por supuesto. Categorizarlos en dos grupos es solo para un esquema explicativo, pero el tema es mucho más complejo en cuanto a niveles… Diríamos, para que se entienda, que el nivel más alto de los anunnaki se toca con el nivel más bajo de los Kumaras (siempre hablando de “nivel álmico”, es decir, de “niveles de autoconsciencia).

Este tema, el de los anunnaki y la creación del ser humano…, ha creado mucha polémica a través de su difusión en Internet, pero lamentablemente faltan informes claros y verdaderos. No todo lo que está en las famosas tablas sumerias es tal cual allí se expresa. Además hay muchos huecos o espacios sin llenar en esos conocimientos antiguos.
         El Plan Divino para la Tierra ha sido permitir la intervención de distintas categorías y niveles de seres del Cosmos en la formación, nacimiento y desarrollo del hombre terrícola. El ser humano urantiano o terrícola, debía ser un acontecimiento único y muy cuidado, cuyo fruto fuese el resultado del esfuerzo mancomunado de las conciencias del Cosmos; pero lamentablemente, entraron a la Tierra, sin permiso del Logos, entidades antisolares (“anticrísticas”, es decir, contrarias al Plan Crístico Universal) e hicieron sus propias hibridaciones genéticas, a su antojo y según agendas contrarias al Plan Divino. Esto torció un poco la agenda del Logos Solar, cuyo propósito era recto y puro: la creación del hombre terrestre según los designios arquetípicos del más alto Espíritu Cósmico.
         Las hibridaciones no autorizadas fueron llevadas a cabo hace miles de años por anunnakis de la clase más baja y rastrera y por otros de esa baja categoría evolucionaria. La degeneración de la civilización Atlántica (4° Raza Madre, anterior a la presente) y su trágico final con el hundimiento de su continente bajo las aguas del océano Atlántico (Noé y el Diluvio universal), habría tenido que ver, en parte, con el tema que estamos expresando… Pero la evolución humana fue reencausada y todo está volviendo al Plan Original, de raíz Divina, que busca siempre la evolución de la Conciencia y el desarrollo libre y autoconsciente de todos los seres. El Plan Divino es ese “Plan original” para el alma humana.
Aún quedan vestigios en la Humanidad de los genes más retrógrados de los intrusos ET no autorizados; por eso el ser humano, como ente transgeneracional y global, tiene un desafío, y este es superar los esquemas retrógrados de conciencia y conducta, entrando en los valores de orden universal. Estos Valores son ‘crísticos’, lo cual significa que expresan Unidad, Pureza, Fraternidad y Servicio. Quien supere la egocentricidad y toda maldad que pueda haber en su propia ‘sombra’, estará, no solo liberándose a sí mismo, sino además siendo un puente de Liberación para toda la Humanidad. Así, el ser humano, liberado de la ignorancia (ignorancia de su Ser Divino), podrá elevarse por sobre sus propios creadores extraterrestres y alcanzar su alto Destino: el de “ser uno con Dios” (entendido, no como ‘un Dios’ en particular…, sino como la Energía Divina, impersonal, omnipresente y atemporal).
        
         Espero que estos conceptos ayuden a los investigadores y estudiantes de estos temas, a un replanteo reflexivo de lo establecido como lo que yo llamo “el dogma Sitchin” (o “el dogma anunnaki”). No hace falta creer en lo que he explicado, pero sí hace falta un espíritu crítico y tener cuidado en dónde uno investiga. Podríamos decir que ‘no hay nada seguro, y menos perfecto, en ninguna fuente”…, pero sí hay fuentes más serias que otras, y el discernir esto dependerá de la capacidad inteligente y de la agudeza intuitiva de cada investigador.

         Si te interesó…, difundilo.

Suryanam Ra.-



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