En esta oportunidad voy a dar algunas
pautas sobre esta temática. Verán que es una explicación sintética, pero que
podrá ayudar a entender algo más sobre este tema que ha generado tanta polémica
a través de su continua difusión en internet.
El tema de los extraterrestres denominados anunnaki,
(término que nos llega desde la cultura sumeria), generó una explosión de
opiñones e ideas diversas. Mucho de todo esto se lo debemos (para bien, o para
mal…, según la profundidad del el ojo crítico que lo mire) a Zecharia Sitchin,
que fue uno de los intérpretes de las tablas sumerias encontradas. Este hombre
escribió libros al respecto, y sus libros crearon polémica y desde allí todo
entró a internet, donde se creó ‘la explosión de ideas’ a la que me refería…
Ya muchos investigadores coinciden hoy en que Zecharia Sitchin mezcló mucho de sus
propias ideas subjetivas con lo que extrajo de la lectura de las tablas sumerias;
es decir, que hubo “un coloreo” de su propio trasfondo de ideas con lo que
verdaderamente dicen las tablas de escritura cuneiforme de los sumerios… Así
que, desde mi punto de vista, diría que no hay que creer en todo lo que desde
esa fuente ha salido; de la misma manera que no hay que creer ciegamente en
ninguna fuente, provenga desde donde provenga; porque hay que investigar siempre
en las causas y en la raíz y origen de los conocimientos, informaciones y teorías. Tanto las
religiones como las filosofías más antiguas tienen sus orígenes, y el
investigador serio debe ir en busca de tales orígenes para no dejarse engañar;
porque desgraciadamente, un conocimiento falso que se repite miles y miles de
veces a través del tiempo, sin reflexionar y sin ir al origen, se transforma en
una Gran Verdad… En síntesis: “la
repetición permanente de una mentira, termina ‘sonando a verdad’ para el
irreflexivo ser humano”… que se contenta con los que otros dicen e
investigaron. Por eso, cuidado con las
informaciones que andan dando vuelta por Internet… Ir a las fuentes y orígenes,
es decir, investigar seriamente, es lo único que nos puede salvar de la
ignorancia y de ser repetidores de mentiras o de conocimientos sombríos y
deficientes. Esto último es lo que, a mi entender, pasa con el tema de la
teoría de los anunnaki, que nos llega de las historias sumerias…
De mis 30 años de estudio sobre religiones, filosofía,
anroposofía y cosmosofía, y después de haber investigado en fuentes del
conocimiento de oriente y occidente durante ese tiempo, y de haber conocido
grupos espirituales, religiones, grupos metafísicos y esotéricos, etc.; he
visto que lo más serio y de mayor apertura y profundidad que he encontrado, y que
nos puede llevar a investigaciones sin barreras dogmáticas, es la auténtica
“TEOSOFÍA”; la cual puede llamarse también ‘la verdadera GNOSIS’. La Sociedad
Teosífica fue creada en 1875, pero “la Teosofía” (o Sabiduría Divina) existe desde tiempos inmemoriales. En la S.T. existen
tres objetivos, como ‘alma de la Institución’, y quiero citar particularmente a
uno: “Efectuar un estudio comparativo entre ciencia, religión y filosofía”,
con mente abierta y libre pensamiento. Digo esto porque el tema de los anunnaki
podría entenderse mejor en un contexto más amplio (sobre Evolución) que nos
aclare, y que nos permita ir más allá de lo que nos pueda haber contado Zecaria
Sitchin… Hay que atreverse a dudar (creativamente), pero también a estudiar
todo en profundidad…, y a través de más de una fuente. Para esto podríamos (y es lo que yo aconsejaría a los
investigadores de los anunnaki)
meternos en el estudio de “LAS JERARQUÍAS CREADORAS” que nos enseña la Teosofía
tradicional.
Eso último lo dejo como sugerencia; pero no voy a explicar
ese tema aquí y ahora. Sin embargo, lo que diré a continuación, entrando ya más
en “el
tema anunnaki”, tiene mucho que ver con el tema de “las
Jerarquías Creadoras”. En Teosofía este tema se estudia en forma más
metafísica y esotérica, sin emplear términos como “extraterrestre”, por
ejemplo, pero un investigador abierto podrá ver que, al menos parte de esas Jerarquías Creadoras, son,
efectivamente, extraterrestres y ultraterrestres (términos que antiguamente, y en los círculos
esotéricos, no se usaban). Lo
que antes era “esotérico”, es decir,
“oculto al vulgo, reservado a los
iniciados y estudiosos” (ya
que ese es el significado de dicha palabra), en estos tiempos está saliendo a la luz en forma
cada vez más ‘exotérica’, es decir que esos conocimientos ocultos o reservados
(que se encuentran en los
mitos de todas las antiguas culturas) están tomando, en estos tiempos, forma exteriorizada y desmitificada
para que los entiendan más fácilmente mayor cantidad de seres humanos.
Entremos ahora directamente al tema.
Aclaro que la siguiente tesis es fruto de mis
investigaciones y de mi contacto interior. Que cada cual vea que “eco” hacen
estos conceptos en sus conciencias…
Recordemos, ante todo, que a palabra anunnaki proviene
del término “Anu”, nombre de la cabeza directriz de esa civilización extraterrestre
que, según cuentan las historias sumerias, visitaron nuestra Tierra incidiendo
sobre la creación del ser humano.
Comencemos:
Los ANUNNAKI son seres de Venus, de Marte, de Orión y
de otras constelaciones (no venidos solo de un planeta, como dice Sitchin, que son del 12ª Planeta...). Son un grupo, o categoría de seres, con ‘egoidad’
muy fuerte, es decir, con mucha energía de “yo egocéntrico”. Algunos son
del tipo reptiloide, mientras que otros, son del tipo más humano (más parecidos
a nosotros); pero más allá de la tipología racial, lo que más los define es su estado de
conciencia. Son “extraterrestres”, es verdad, porque no son
originarios del planeta Tierra, aunque, como se vió, algunos grupos anunnaki
provienen desde nuestro propio sistema solar y otros desde más allá del
sistema; pero eso no importa, ya que como vimos, los define su estado de
conciencia, es decir: “su estado vibracional álmico”, no su origen planetario o
su tipología racial.
Los pleyadianos, por ejemplo, son algo superiores, en
nivel álmico, a los anunnaki, y hay venusinos que no pertenecen al ‘grupo álmico anunnaki’ (obsérvese el concepto que encierra esa
frase) porque son de una
categoría superior en conciencia. Podríamos definirlo así:
El “grupo lunar” venusino son los anunnaki, y el “grupo solar” venusino son
los Kumaras, los Señores de la Mente
Iluminada. Los primeros (los anu) son más materialistas y egocéntricos; los
segundos, son más espirituales y kosmocéntricos (y por lo tanto, más altruistas). Ambos grupos, coexisten, y ambos estuvieron
conectados a la creación del hombre
terrícola.
Los anunnaki dieron al hombre cierta clase de genes físicos (al mezclarse con los hombres, lo cual
estuvo autorizado, hasta allí…, por el Logos Planetario) y dieron algo de los principios intermedios de la
constitución humana: el cuerpo de deseos y la substancia mental inferior;
es decir que dieron el kamamanas al
hombre (kama:
deseo; manas: mente; pero la mente
inferior, es decir, los subplanos más densos del Principio mente).
La otra Jerarquía, los Señores Solares de Venus
(los Kumaras) dieron el manas
superior y parte de Buddhi (es
decir, substancia superior mental y supramental) por un sistema de transfusión superior de tales
energías. Los Señores Solares dieron de sí mismos al humano terrícola, dieron
del fuego o energía de sus propias mentes, lo cual significó un gran
sacrificio, porque quedaron enlazados al hombre terrenal hasta que llegase la
hora de la liberación propia de la Humanidad… (Esto está explicado en forma de mito en muchas
culturas, por ejemplo, en los mitos de Grecia: del ‘Titán Prometeo’).
Toda esta intervención extraterrestre en la Tierra, de
distintas jerarquías y niveles de seres para dar vida y conciencia al ser
humano terrícola, por supesto, paso hace muchísimo tiempo…
Según lo recién explicado, la teoría más popularmente
difundida por internet que dice que al ser humano terrestre lo crearon los
anunnaki, sería incorrecta, o al menos, incompleta; porque los annunaki (por su
categoría álmica) no podían insuflar en el hombre los principios superiores e
intermedios (Atma-Buddhi-Manas
superior). Para esto se
necesitaban seres que poseyesen muy despierta y activada en sí mismos la
materia mental superior y la Energía espiritual…
(El
tema daría para más…, pero solo quiero dar las ideas principales).
Dentro de ambos grupos, los anunnaki y los Kumaras,
hay niveles también, por supuesto. Categorizarlos en dos grupos es solo para un
esquema explicativo, pero el tema es mucho más complejo en cuanto a niveles…
Diríamos, para que se entienda, que el nivel más alto de los anunnaki se toca
con el nivel más bajo de los Kumaras (siempre hablando de “nivel álmico”, es decir, de “niveles de
autoconsciencia”).
Este tema, el de los anunnaki y la creación del ser
humano…, ha creado mucha polémica a través de su difusión en Internet, pero
lamentablemente faltan informes claros y verdaderos. No todo lo que está en las
famosas tablas sumerias es tal cual allí se expresa. Además hay muchos huecos o
espacios sin llenar en esos conocimientos antiguos.
El Plan Divino para la Tierra ha sido permitir la
intervención de distintas categorías y niveles de seres del Cosmos en la
formación, nacimiento y desarrollo del hombre terrícola. El ser
humano urantiano o terrícola, debía ser un acontecimiento único y muy cuidado,
cuyo fruto fuese el resultado del esfuerzo mancomunado de las conciencias del
Cosmos; pero lamentablemente, entraron a la Tierra, sin permiso del Logos,
entidades antisolares (“anticrísticas”,
es decir, contrarias al Plan Crístico Universal) e hicieron sus propias hibridaciones genéticas, a su
antojo y según agendas contrarias al Plan Divino. Esto torció un poco la agenda
del Logos Solar, cuyo propósito era recto y puro: la creación del hombre terrestre según los designios arquetípicos
del más alto Espíritu Cósmico.
Las hibridaciones no autorizadas fueron
llevadas a cabo hace miles de años por anunnakis de la clase más baja y
rastrera y por otros de esa baja categoría evolucionaria. La degeneración de la
civilización Atlántica (4°
Raza Madre, anterior a la presente) y su trágico final con el hundimiento de su continente bajo las aguas
del océano Atlántico (Noé y el Diluvio universal),
habría tenido que ver, en parte, con el tema que estamos expresando… Pero la
evolución humana fue reencausada y todo está volviendo al Plan Original, de
raíz Divina, que busca siempre la evolución de la Conciencia y el desarrollo
libre y autoconsciente de todos los seres. El Plan Divino es ese “Plan
original” para el alma humana.
Aún quedan vestigios en la Humanidad de los genes más
retrógrados de los intrusos ET no autorizados; por eso el ser humano, como ente
transgeneracional y global, tiene un desafío, y este es superar los esquemas
retrógrados de conciencia y conducta, entrando en los valores de orden
universal. Estos Valores son ‘crísticos’, lo cual significa que expresan
Unidad, Pureza, Fraternidad y Servicio. Quien supere la egocentricidad y
toda maldad que pueda haber en su propia ‘sombra’, estará, no solo liberándose
a sí mismo, sino además siendo un puente de Liberación para toda la Humanidad.
Así, el ser humano, liberado de la ignorancia (ignorancia de su Ser Divino), podrá elevarse por sobre sus propios creadores
extraterrestres y alcanzar su alto Destino: el de “ser uno con Dios” (entendido, no como ‘un Dios’ en
particular…, sino como la Energía Divina, impersonal, omnipresente y atemporal).
Espero que estos conceptos ayuden a los
investigadores y estudiantes de estos temas, a un replanteo reflexivo de lo
establecido como lo que yo llamo “el dogma Sitchin” (o “el dogma anunnaki”). No hace falta creer en lo que he explicado, pero sí
hace falta un espíritu crítico y tener cuidado en dónde uno investiga.
Podríamos decir que ‘no hay nada seguro, y menos perfecto, en ninguna fuente”…,
pero sí hay fuentes más serias que otras, y el discernir esto dependerá
de la capacidad inteligente y de la agudeza intuitiva de cada investigador.
Si te interesó…, difundilo.
Suryanam Ra.-
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