El tema de Nibiru nos llega desde
las leyendas sumerias. Se cuenta que este es un planeta que cada
aproximadamente 3600 años pasa por la órbita del Sistema Solar, por eso algunos
investigadores piensan que este es el planeta n° 12 del sistema solar. Pero su
elíptica es diferente al del resto de los planetas del sistema solar. Se cuenta
que en ese planeta viven seres extraterrestres, principalmente del tipo de raza
reptiliano, y que el comandante de esa gran “nave-planeta” es un extraterrestre
llamado ‘Anu’. De allí que a estos humanos reptiloides nibiruanos también se
los haya llamado “anunnakis” (término que significaría “los seres que
descendieron del cielo”). Por lo tanto anunnaki proviene de la palabra Anu, que
es el nombre de la Jerarquía principal de ese planeta (o al menos lo era
durante los eventos relacionados con la Tierra). Estamos hablando de un tipo de
extraterrestre, de una particular mezcla genética que vive desde hace cientos
de miles de años en dicho planeta. Se cree que los nibiruanos o anunnakis son
remanentes de razas de los oriones y de Alfa Draconis, y puede que haya alguna
mezcla genética de los humanos originales de Lira y Andrómeda…, y otros, pero los nibiruanos son principalmente
reptiloides (con rasgos de serpiente o del lagarto, según la genética).
Esta particular
‘tipología’ no determina la conciencia de estos seres, ya que hay reptilianos
‘buenos’, benevolentes, sabios y “crísticos”, y los hay ‘malos’, es decir
egocéntricos, agresivos y despreciables. Esta verdad no es diferente a como
sucede con los humanos terrícolas… En nuestro planeta la maldad o la
benevolencia no depende de las razas, porque un hombre de raza amarilla puede
ser benevolente y sabio, o despiadado e insensible, y esto vale para todas las
razas de la Tierra, negra, blanca, roja…, y sus mezclas. El nivel de conciencia
es lo que determina la cualidad del carácter y la maduración del alma de un
ser, más allá de cuál sea la tipología racial a la cual, en un momento dado,
está adherido, como alma, en
encarnación. Esto ayudará a desmitificar la idea generalizada que he podido
observar, al creer que los extraterrestres reptiloides son maléficos… Esto es
relativo, pues sería lo mismo que decir que todos los de raza negra son
despreciables y malvados…, o todos los de raza amarilla… Esto es ‘racismo’, en
nuestro planeta o fuera del mismo…
Lo que
importa no es la raza, sino el alma que está encarnada en un individuo de esa
raza… Las razas son tan solo ensayos
genéticos que se han probado durante miles de millones de años y que siguen
probándose en el Universo con el fin de que las almas evolucionantes puedan
encarnar en vehículos materiales en los cuales poder seguir adquiriendo
experiencias de fricción y comprensión. Si esto es entendido, la reflexión
podrá ir más allá…, para entender los acontecimientos de otra manera…
Lo que
ocurre es que en el inconsciente colectivo del hombre terrestre hay
experiencias remotas negativas con los anunnakis, y por eso el ser humano
guarda cierto miedo y rechazo con esa tipología de razas…, Pero si se entienden
los hechos, ese miedo puede ser comprendido y superado. Tal vez ahora que salen
estas informaciones a la luz, sea el momento de que la psiquis humana general
“vea”, descubra y trascienda sus bloqueos ancestrales…
Como se
explicó, Nibiru es ese planeta que los sumerios decían que era el hogar o “la
nave” en la que viajaban ‘los dioses’. Estos “dioses” aparecieron en distintas ocasiones
a los humanos terrestres (a pueblos indígenas de subrazas atlantes,
principalmente), ya que cada vez que el astro Nibiru pasaba (cada 3600 años)
cerca del sistema solar, aprovechaban los anunnakis para abordar la Tierra con
agendas propias que concretar.
La palabra
“dioses” también debe ser correctamente interpretada, ya que en la antigüedad
los pueblos llamaban “dioses” a ‘seres que descendían del cielo’ y que
demostraban tener un desarrollo muy superior en ciencia, lo cual les permitía
realizar cosas que para los seres humanos terrestres primitivos eran como verdaderos
“milagros de los dioses”… Pero en realidad estos no siempre eran ‘seres
éticos’, evolucionados en consciencia. Había extraterrestres mediocres, de
característica egocentrista, que buscaban dominio y poder sobre los humanos terrícolas,
y no les era difícil conseguir sus fines ante las poblaciones subdesarrolladas
y primitivas presentes en nuestro planeta en aquellas épocas.
Algunos de
estos seres extraterrestres, demostrando sus poderes ante los atónitos,
crédulos e ignorantes terrícolas, se hicieron pasar por “dioses”, y no les fue
difícil hacerlo, ya que los pueblos de la Tierra eran inmaduros y
supersticiosos. Pero hubo otros seres extraterrestres que arribaron a nuestro
planeta para ayudar, algunos eran benevolentes, pero autoritarios, y otros
ayudaron a liberar al ser humano originario de nuestro planeta de las ilusiones
generadas en virtud del contacto con los engañosos extraterrestres
egocéntricos. Es decir que hubo seres cósmicos que vinieron a ayudar a la
Humanidad, y la mejor manera de hacerlo sería ayudando al alma humana a su
“despertar de consciencia”, porque con el despertar, el hombre podría liberarse
a sí mismo, y madurar.
Por lo tanto
la Tierra fue abordada por entidades de otros mundos y esferas de vida, en
diversas oportunidades, algunos seguían agendas egoístas propias, otros eran
benevolentes pero autoritarios, y otros vinieron a ayudar al progreso con
respeto del libre albedrío humano, muchos de estos últimos sacrificándose a sí
mismos para ayudar… Hubo, por lo tanto, distintas categorías de seres que
arribaron a La Tierra, de diferentes niveles de conciencia. Esta información
nos mueve a tener mucho cuidado al considerar el tema ‘extraterrestre’, para
saber colocar cada cosa en su sitio justo, y no confundirse, “metiendo todo en
la misma bolsa”…
Nibiru es sinónimo
de lo que la ciencia luego llamó “Planeta
X”, y lo que ciertos grupos gnósticos llaman “Hercóbulus” o “Planeta Rojo”. En la Biblia a este gran astro que
pasaría rosando la Tierra (y algún asteroide cae en Tierra) y que causa
desastres se le llama “Ajenjo” (que significa
‘amargo’, por que el ajenjo es una planta amarga, y así se llamó al astro que
causaría amargura durante su paso por la Tierra); pero todo se trata del mismo
astro, del mismo tema, con distintos nombres.
En los
estudios esotéricos se afirma que, hace muchos millones de años (mucho antes
que descendieran los nibiruanos), arribaron al Planeta Tierra los “Senores de
Venus”, seres mucho más evolucionados
que el humano terrícola. A estos seres se les llamó “Kumaras” (que literalmente
significa ‘niño’, o joven que no pasa de los 15 años, haciendo así alusión a la
gran pureza de estos seres); también se les llamó Pitris Solares (Pitri significa
Padre). Los Pitris Solares fueron los
progenitores del hombre interno, es decir, quienes trajeron los principios
superiores al ser humano (conectaron la Tríada Superior al cuaternario
inferior). Es decir que estos seres, que en realidad eran seres de Conciencia
Solar o Crística-Cósmica descendidos hasta el sistema solar de regiones
extrasistémicas, descendieron al Esquema Evolutivo de Venus, como escalón
descendente necesario para poder llegar, en su descenso divino, hasta la densa
dimensión del Planeta Tierra (no tenían cuerpo físico denso, sino cuerpo
etéreo-espiritual). Descendieron así para llegar al hombre terrícola, que ya
poseía cuerpo físico y astral, pero que todavía no poseía mente pensante. El
hombre en aquella época, Lemuriana, no se puede decir que fuese todavía hombre
sino apenas un antropoide, más animal que humano. Estos eran los vehículos
inferiores que formaban ‘el hombre externo’ (que necesitaba unirse a la Tríada
Espiritual u ‘hombre interno’), y a este hombre externo o material lo
construyeron, antes de la llegada de los Señores de Venus, otra jerarquía de
seres extraterrestres de la Confederación Crística Universal: el Manú de la 3°
raza lemuriana, junto a sus auxiliares y ayudantes. Como puede verse, todo
sucede por procesos, de acuerdo a un extenso Plan Divino para lograr finalmente
arquetipos evolutivos que están en la Mente del Logos.
Por lo tanto,
al arribar a la Tierra los Kumaras, ya encontraron a un ‘hombre material’ (el
hombre exterior) bastante bien formado, pero sin autoconsciencia. Ellos venían
a dar al hombre-simio los principios para que se desarrolle la autoconsciencia.
Insuflaron la mente en el hombre animal Lemur, y se puede decir que fue a
partir de ese evento que ‘el hombre’ apareció sobre la Tierra (aunque era un
hombre embrionario aún). Por eso la literatura esotérica teosófica nos explica
que el ser humano de la Tierra fue creado por varias jerarquías de seres. Están
los que, como dijimos, intervinieron en la formación genética de los vehículos
materiales (extraterrestres a los cuales se les llamó “Señores de la forma” o
Pitris Lunares), y están los que intervinieron, en fa formación del hombre
interno; porque el hombre no es solamente genética física-química, sino además,
y fundamentalmente, esencia solar-espiritual. (Esto último es lo que no
entienden muchos de los que hablan de la creación del hombre terrestre como
simple producto de ensayos híbridos entre genes terrestres y extraterrestres…).
Cuando la religión afirma que Dios creó al hombre, no se equivoca en esencia,
ya que el Poder Divino se expresa a través de sus múltiples Inteligencias del
Universo.
Retomando,
cuando los venusinos solares descendieron a nuestro planeta, el principal de
los Kumaras tomó la dirección del gobierno del Planeta Tierra, y es a quien en
esoterismo se le llamó “Sanat Kumara”, el
Anciano de los Días. A partir de ese momento apareció la Jerarquía
Espiritual Planetaria, que al principio eran seres, como vimos, extra-terráqueos,
ocupando los puestos de gobierno en el Esquema Evolutivo Terrestre; pero a
medida que el hombre fue progresando en desarrollo, los más desarrollados y
avanzados fueron cubriendo puestos en la Jerarquía Planetaria. Así es como
apareció la Jerarquía espiritual planetaria, que se asentó dentro de la Tierra,
y Sanat Kumara se transformó en el
Centro Solar del Planeta Tierra, un centro etérico-espiritual de inmenso
amor por la vida en esta Esfera.
Todo esto
ocurrió desde hace 18 millones de años en adelante; pero ocurrieron eventos
cósmicos que precipitaron acontecimientos en la Tierra. Había estallado una
guerra dentro de este Universo Local (Nebadón), que incluía a nuestra galaxia,
la Vía Láctea, a la galaxia vecina ‘Andrómeda’, y a otras galaxias más que
forman parte de lo que la ciencia hoy llama “Grupo Local” (un conjunto de
varias decenas de galaxias aglomeradas por grandes fuerzas gravitatorias). Como
siempre ocurre, en esta guerra estaban los que estaban del lado del
egocentrismo (los ‘anticrísticos’) y los que estaban en el grupo que apoyaban
el Plan Evolutivo Cósmico (los ‘crísticos’). Un grupo de tendencia mayormente anticrística
descendió a la Tierra con agendas egoístas; eran del planeta Nibiru. En cierta
época, ‘los nibiruanos crísticos’, compartieron con los humanos terrícolas su
cultura y conocimientos; (de allí el avance en astronomía de muchos pueblos
antiguos…), pero cuando otro grupo nibiruano, anticrístico, tomo el mando, tomaron
de rehenes a los humanos terrícolas, y los obligaron a trabajar para ellos. Sus
fines eran extraer oro de las profundidades de la Tierra, pues se dice que era
un metal necesario para su propia vida en Nibiru, su propio planeta. Durante la
visita de estos seres, se hicieron experimentos genéticos con los humanos
terrestres, hibridándolos con su propia raza, para poder obtener un tipo racial
obediente, sumiso y subordinado a sus fines. Esto torció el plan evolutivo
terrestre, de acuerdo a los planes arquetípicos y a la acción de los Kumaras.
Después de esta intrusión anticrística, las fuerzas de la Luz Crística tuvieron
que trabajar día y noche para reencausar el Plan evolutivo en la Tierra.
Los Padres
Solares, los Kumaras dieron un gran impulso al progreso de la humanidad
terrestre, porque impulsaron grandemente con su presencia y actividad el avance
mental de la humanidad, pero más tarde hubo un retraso al intervenir fuerzas
extraterrestres anticrísticas modificando en alguna medida la genética humana…
Aún así, era esperable por los Señores de la Luz que intrusiones anticrísticas
sucediesen durante los procesos evolutivos en la Cadena Terrestre, esto sería natural
e inevitable en alguna medida, por que la Cuarta Cadena evolutiva es la más densa
y material, y es donde se encuentran mezcladas las razas más materiales del
Esquema Universal; por lo tanto, mientras la evolución esté en su 4° Cadena (la
Cadena Terrestre) y en el 4° Globo, “D”, el más material también, experiencias
densas con razas alienígenas densas, serían inevitables y esperables. Lo que
ocurre es que, con el estallido de la Guerra Universal, las cosas empeoraron
más de lo esperado…
Es por este
motivo que Mikael, el Regente Solar del Universo Local, el ‘Adonai’ (Señor) del
Universo, tuvo que manifestarse en nuestro planeta en más de una ocasión, en
diferentes épocas raciales, para reencausar el Plan Divino en la Tierra. La
última vez fue hace 2000 años, como todos saben… En aquella oportunidad
prometió volver, y por cierto que no fue una promesa ‘para dejar tranquilo a
los preocupados discípulos’…, claro que no…, sino una promesa cargada de
conocimiento de los ciclos cósmicos evolutivos. El Cristo Solar sabía que,
pasado cierto ciclo de vida evolutiva, tendría que manifestarse nuevamente como
Avatar (encarnación Divina) para manifestar con Su Presencia, que es pura
energía, en fin de un ciclo y el comienzo de otro. Lo que ocurre es que casi
todos han interpretado esta “promesa-evento” como algo relacionado
especialmente a nuestra humanidad y a nuestro planeta; pero la promesa del Rey
Cristo va mucho más allá, ya que tiene alcance “universal”. Con su próxima
VENIDA, el Cuerpo Macrokósmico Universal se limpiará por completo de
frecuencias anticrísticas.
Nuestro
planeta fue en realidad, como el “chivo expiatorio” de un conflicto de alcance
universal (que al menos alcanzó, como vimos, a las galaxias del “Grupo Local”
del Universo de Nebadón). Es decir que la Tierra se convirtió en un escenario
de lucha y conflicto entre las fuerzas crísticas y anticrísticas del universo
local.
Un ejemplo
claro se puede encontrar en la historia de la Iglesia Católica y de sus santos
y mártires. “La Santa Inquisición” fue al principio impulsada para depurar la
doctrina cristiana, que se estaba desvirtuando; pero enseguida fue tomada por
fuerzas anticrísticas camufladas dentro de la Iglesia (lobos vestidos de
ovejas…) y es así como se quemaron conocimientos y cuerpos humanos en las hogueras…;
lo que no pudieron quemar fueron a los espíritus crísticos de los mártires, que
aguantaron con estoica fortaleza hasta las últimas consecuencias los embates
del poder oscuro. Sus cuerpos fueron consumidos, pero no así sus voluntades
solares, que siguen avivando el Fuego del Alma de la Humanidad.
Muchos que
no saben nada de estas cosas, de las fuerzas (de origen extraterráqueo) que
estuvieron involucradas en la vida de la Iglesia Católica, culpan a la Iglesia…
por las cosas que ocurrieron en sus propias filas…; pero lo cierto es que en
ninguna otra religión existió una oposición a la Luz, como sucedió en la
Iglesia Católica, y esto ocurrió porque ‘los anticrísticos’ querían eclipsar la
Luz Crística traída por Mikael, la cual estaba destinada a liberar a la
Humanidad, y para lograrlo invadieron astralmente a la Iglesia Cristiana
logrando ocupar sitios de poder dentro de las jerarquías de La Iglesia. Estas
Fuerzas Siniestras sabían que si lograban acaparar a la Iglesia, lograrían
dominar al pueblo creyente. Pero las fuerzas solares, crísticas, no tardaron en
enviar a sus agentes, los cuales encarnaron como humanos con la misión de
introducirse en la Iglesia para hacer frente a la situación. La lucha fue
encarnizada, y las fuerzas de la Luz nunca respondieron al odio con odio, sino
que se mantuvieron firmes a la Ética Crística Universal en todo momento… ESTE
ES EL PODER DEL CRISTO…, y aún hoy se hace presente cada día en sus agentes
solares, que diariamente, muchos en forma anónima, entregan sus vidas por el
Bien mayor de todas las almas.
Recuerde el
lector, que las fuerzas anticrísticas de las que estamos hablando, los
conocidos “demonios” de la Iglesia Católica, eran en realidad extraterrestres
reptilianos anticrísticos… Estos seres son famosos por poseer gran fuerza
psíquica; muchos son cascarones vacíos, es decir envases astrales densos, sin
los principios superiores, es decir, sin alma, (impulsados por alguna voluntad
anticrística mayor). Estas entidades, que ya no pueden llamarse “seres”, porque
el espíritu de vida de ha ido…, son como ‘parásitos cósmicos’ que muchas veces
son los que obsesan (poseen) el cuerpo de algún ser humano débil. Cuando esto ocurre
debe expulsarse el intruso con “exorcismo”. Esto ha sido practicado por
sacerdotes idóneos de la Iglesia durante cientos de años, sacerdotes que
conocían muy bien los artificios de estas entidades y las formas para liberar
al cuerpo obsesado (poseído), permitiendo que el alma humana vuelva a su templo
físico tras el exorcismo…
Varias
entidades de estas fuerzas anticrísticas lograron penetrar en familias
influyentes, principalmente en ciertos puestos de los gobiernos del mundo y en
la cúpula de mafias multimillonarias. La generación y sustento de guerras entre
los pueblos, son una de sus preferidas actividades… Sus fines siempre han sido
claros: dominar sobre el mundo y tener al ser humano como esclavo sumiso a sus
fines. Pero las Fuerzas de la Luz han seguido generando oportunidades para el
despertar crístico de las almas humanas, y esto es lo más temido por los entes
de la senda oscura, debido que ellos solo pueden dominar a través de la
ignorancia y la ceguera de los humanos. La ignorancia es lo que vuelve
vulnerable al hombre. Pero cuando el hombre se vuelve consciente, y cuando
además descubre su ser crístico, cuando descubre el poder de la unidad y del
amor…, en ese instante las fuerzas siniestras pierden fuerza y terreno…, y sus
objetivos se desbaratan… Así que el Plan de las Fuerzas Crísticas ha sido el
despertar de las almas humanas, con el conocimiento de que el hombre debe
liberarse a sí mismo, debe llegar a ser “luz para sí mismo” y el señor de su
propio destino… Esta ha sido la acción fundamental de la Jerarquía Espiritual
en el Planeta Tierra, mientras se espera que la Promesa de Aquel que dijo que
volverá, se cumpla con poder y gloria, cuando llegué su momento.
Existen extraterrestres nibiruanos
crísticos que han encarnado en la Tierra para denunciar el poder de las mafias
y la corrupción mundial llevada adelante por el poder nibiruano anticrístico
presente en la Tierra. También se encuentran presentes seres solares de otras
constelaciones y estrellas, cumpliendo con su particular misión en el Plan… Como se ve, sigue en pie la lucha
entre las fuerzas crísticas y anticrísticas, con escenario en nuestro planeta,
y en medio de esta lucha universal, están los miles de millones de inocentes
almas humanas ascendentes, que luchan por iluminarse y liberarse, esperando el
nacimiento del ‘Cristo Niño’ en sus conciencias.
Conocer sobre la verdadera
naturaleza de las cosas y los hechos, es lo que libera al hombre de la
esclavitud de ideas ilusorias que atan al miedo.
El miedo es una energía que ha sido
utilizada por ‘los anticrísticos’, permitiendo que se formen callosidades
mentales de supersticiones en los pueblos. El
verdadero poder crístico siempre libera al hombre de las irreflexivas
supersticiones, y lo coloca en una posición cada vez más firme de reflexión
inteligente.
Es por este motivo que el
DISCERNIMIENTO, y el libre pensamiento, han sido siempre combatidos por el
poder oscuro, para impedir el avance del ser humano en conciencia. Esto es
evidente en la historia de los pueblos.
Que estas líneas puedan servir para
abrir los ojos en las posibles causas reales de muchos acontecimientos
mundiales, y para saber mejor de dónde venimos…, hacia dónde vamos…, y quiénes
son los verdaderos actores en este escenario.
Suryanam
con estas explicaciones nos va aclarando el entendimiento acerca de los anunakis y de su plantea erkolobus y de sus propositos hacia la raza humana y diferenciandolos de los señores de venus seres cristicos y espirituales y de mejores propositos que los anunaquis
ResponderEliminarSaturno es el "dios" que ordenó matar a pedradas a todo el que no guardara "su" día el Satur-day (Éxodo 21:12-24) Jesús no lo guardaba (Juan 5:16-17) y es muerto en una cruz (símbolo de Saturno) en OFRENDA a su enemigo, si bien la cruz fue el instrumento que sirvió para salvar a muchos, no se la debe llamar de "santa" y es de notar que Jesús predicó el amor y el perdón y dice que él es "La estrella radiante de la mañana" es decir VENUS ( Revelación 22:16)
ResponderEliminar