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miércoles, 1 de noviembre de 2017

EL MISTERIO DEL HOMBRE: “Cónicas de la Tierra” y “Teosofía”. Exponiendo y profundizando sobre el tema “anunnaki”.


            He visto que, en Internet, en los últimos años se ha difundido mucho el tema de los Anunnaki. ‘Anu’, en los textos babilonios-asirios, significaba cielo, estrella; es decir que anunnaki serían “seres estelares” o “seres venidos del cielo”, o, simplemente “seres extraterrestres”. También se les denomina nefilim (caidos o venidos del cielo).
 A partir de unos escritos de Zecharia Sitchin intitulados “CRÓNICAS DE LA TIERRA”, el tema de los anunnaki, seres extraterrestres tomados por “Dioses” por civilizaciones humanas arcaicas, tomó auge y atrajo el interés de muchos curiosos e investigadores.
         He estado leyendo “El 12°Planeta” , el primer libro de “Crónicas de la Tierra” (de Z. Sitchin) y, como estudioso de Teosofía y Antroposofía que soy, no puedo dejar de reconocer y ver las siguientes cosas:
1.     Que tal obra es, desde el punto de vista de los datos aportados a nivel de los descubrimientos arqueológicos, un interesante aporte a los investigadores de la verdad sobre el origen del hombre en la Tierra.
2.     Que los datos aportados, si bien desde el punto de vista de la ciencia arqueológica puedan ser valiosos, son sin embargo insuficientes para determinar la verdad del origen primigenio del ser humano en la Tierra; (la Teosofía aporta más datos, tomando al ser humano como un ser material, álmico y espiritual; y no tan solo como una creación material, como parece ser en lo que se basa las investigaciones de Sitchin, que jamás habla de la creación del alma humana y del origen del Espíritu humano).
3.     Que el autor de este libro: “El 12° Planeta”, Zecharia Sitchin, no parece ser un investigador imparcial, porque a través de su relato se notan sus intenciones de confluir en ciertas ideas preconcebidas. Su relato se esfuerza por concluir en que el ser humano proviene de SUMER (tierra de los sumerios), y que todas las civilizaciones, incluida la egipcia, provienen de aquella. Este autor, al referirse a los sumerios, se está refiriendo en realidad a los que en Teosofía se denomina “2° subraza” de la Raza ARIA (la 5° raza raíz), que es la ‘subraza árabe’ o “babilónico-asirio-caldea”. Pero, a pesar de lo que dice este autor, no sería  allí donde comienza la Humanidad, sino mucho antes…, como en Teosofía se estudia.
4.     La historia que cuenta Sitchin sobre la llegada de los anunnaki a la Tierra y su vinculación e incidencia en la humanidad terrestre, se remonta a 445.000 años atrás. Sin embargo, millones de años antes según los estudios teosóficos (hace decenas de millones de años), existió la raza Lemur o lemuriana, en el continente Lemuriano (en lo que hoy es el Océano Indico), raza de color negroide que emigraron a África; y hace 5 millones de años aparecieron los Atlantes que vivieron durante millones de años en el Continente Atlántico en el norte del océano que hoy lleva el mismo nombre… Por lo tanto, los anunnaki llegaron a la Tierra mucho después de estas etapas raciales humanas. Ya había civilizaciones en la Tierra, y otras Jerarquías extraterrestres y ultraterrestres (angélicas) ya habían creado al ser humano (aunque aún estaba en formación, y aún lo está). Hace 16,5 millones de años llegaron a la Tierra los Manasaputras (Señores de la Mente), que eran seres superiores dotados de un gran Fuego Mental; estos seres “soplaron” dentro del homínido humano la substancia de la mente que, como germen, quedó en el hombre lemuriano. Ese fue el inicio del alma humana (el primer paso del prehistórico “homosapiens”, que se desarrollo más tarde…). Todo esto ocurrió mucho antes de que los anunnaki llegaran a nuestro planeta. Los anunnaki, al llegar a la Tierra pusieron de sus genes en el humano ya existente…, pero no fueron los “creadores del ser humano”…, ni mucho menos.

El 3° punto citado arriba, en el cual Z. Sitchin afirma ser SUMER y toda el área de la Mesopotamia el origen de la civilización humana, puede ser rebatido por conocimientos de Teosofía, como por ejemplo, los encontrados en los siguientes libros:



Ambos libros del teósofo Scott Eliot

Y “EL SISTEMA SOLAR” (de Arturo Powell).

Los pongo a disposición para que los investigadores comparen los conocimientos y saquen sus propias conclusiones.
También comparto el “BREVIARIO DE ESTUDIOS EISA”, donde se pueden estudiar los términos “Raza”, Raza Madre”, “Raza Raíz”, “Subraza”, etc., para aclarar conceptos que en el libro de Zecharia Sitchin no son aclarados.
Existen insuficiencias o temas dudosos en la obra de Sitchin (“El 12° Planeta”); como por ejemplo, el tema de ‘las repentinas’ apariciones de vegetales y animales domésticos  en la Mesopotamia (en la tierra Sumer). Sitchin afirma que son los anunnaki los que trajeron las especies de vida vegetal y animal que hicieron de la legendaria Mesopotamia un Jardín de vida muy próspero, en el cual floreció (según él) por 1° vez la agricultura… Pero Sitchin no está tomando en cuenta las antiguas civilizaciones atlantes (4° Raza Raíz) que habitaron el continente de la Atlántida mucho tiempo antes… Sitchin no habla de esto… Los atlantes fueron civilizaciones con adelantos también en todo orden de la vida y hubo emigraciones atlantes (varias) durante miles de años antes del último Diluvio que terminó por hundir Poseidonis (la última porción de la Atlántida, hace 13000 años).
Esto no quita ni anula la idea de Sitchin de que existían seres de las estrellas en todo esto…, pero los anunnaki no fueron los únicos que intervinieron en la creación del hombre. Estos seres celestiales a los que hace referencia Sitchin (lo cual extrajo de la traducción de las tablillas sumerias en escritura cuneiforme) eran extraterrestres con mayor adelanto tecnológico que el humano terrestre, pero de muy dudosa conciencia moral, como lo demuestran los relatos sumerios… Estos “dioses” tenían amores y odios entre ellos y con los humanos terrestres; podían tener acciones benéficas y ayudar al hombre, pero también podían destruir y castigar sin piedad al ser humano…
Algunos anunnaki eran lujuriosos, incestuosos y violentos (hasta violadores); tenían relaciones sexuales con sus propias hermanas e hijas (esto no es idea mía…, todo está en el libro de Bichín “El 12° Planeta”). Es evidente que estos “dioses” no eran evolucionados álmicamente, ya que además se demuestra (por los relatos sumerios) que podían ser egoístas, celosos, envidiosos, iracundos, posesivos, ambiciosos y soberbios; todas estas son emociones de baja calidad y vibración que, evidentemente, “heredó” el ser humano terrícola, y de ello se desprende que, tanto los “humanos terrestres” como los “humanos extraterrestres” (estamos hablando particularmente de los anunnaki), tendrán por igual y por delante, un largo y purificador sendero que recorrer para la evolución de la conciencia (alma), es decir, un camino de purificación interior que pueda terminar en la transformación del carácter, cimentado en una transformación alquímica del alma. “El carácter es la piel del alma”; por lo tanto, podemos inferir que el alma de estos “dioses” no podría ser muy iluminada que digamos...

Sitchin compara las leyendas sumerias de “los dioses anu” con las leyendas de los dioses griegos (Zeus, Poseidón, Hades, etc.,) y parece ser que se trataría de los mismos seres; eso es interesante, pero la creación del ser humano no se limita a tales “dioses”…
En Teosofía se explica que la creación del Hombre en el esquema de evolución de la Tierra proviene de tiempos inmemoriales, y que ha comenzado en forma germinal, con el mismo proceso de gestación del planeta Tierra. Durante el proceso, han estado interviniendo “Jerarquías Creadoras” de diferentes niveles evolutivos del sistema solar y del cosmos. Tan solo una de esas Jerarquías Creadoras serían los anunnaki (de las tablas sumerias) que intervinieron en una porción muy menor de tiempo (si se compara con todo el proceso…), y se trataría (los anu) de una jerarquía de ‘Devas’ (significa “brillantes” o “dioses”) de menor categoría, todavía muy materiales e imperfectos. Estos seres intervinieron en la creación del ser humano terrestre en sus principios constitutivos inferiores, materiales (cuerpos físico y emocional, principalmente), pero no crearon al ser humano, ya que, como vimos, este ya existía antes de que los anunnaki arribaran a la Tierra.
Ahora bien: ¿Por qué y cómo pudieron llegar a la Tierra estos seres…?
Más allá de que se diga que proceden del ‘12° Planeta’, eso no sería importante o relevante, sino cómo es que el Espíritu Planetario Terrestre (El Logos Planetario) dio permiso a su ingreso…
Respuesta: El Logos Solar Planetario “abrió Sus Puertas” y permitió la entrada de seres del espacio exterior (a los autorizados), durante el período atlante; esto ocurrió por Ley de Servicio (lo cual encastra también con el Karma loloico en Su Creación), ya que cada Logos Creador debe asumir parte del “peso” de lo que aún queda por superar en el Universo Local del cual forma parte. (Aquí hay bastante para reflexionar…).

(Fuentes internas revelan que el Sol Planetario permitió a los anunnaki ingresar a la escena evolutiva terrestre en un período, pero que, en ese tiempo, hubo otros ingresos e influencias no autorizados, que interfirieron indebidamente en la genética humana).

Además de lo explicado (que los anunnaki no crearon al Hombre, sino que se les permitió solo intervenir e interactuar en un período, produciendo algunas inclusiones genéticas), hay que agregar que estos extraterrestres de un orden evolutivo ‘inferior’ (si se los compara con el resto de los Creadores y Jardineros de Vida del Universo) nada tuvieron que ver con la aparición del germen mental en el hombre-animal lemuriano (en 3° Raza Raíz) y menos aún tienen que ver con la “Chispa espiritual” que es la esencia más interna del Hombre… En estas inclusiones y conexiones internas y supersutiles intervinieron Jerarquías de Seres más elevados (solares) de los cuales Zecaria Sitchin nada habla, porque las tablas sumerias, pareciera que nada dicen (o casi nada…); pero que no lo hayan sabido los sumerios y no lo hayan escrito en sus tablas, no significa que estos conocimientos más amplios sobre las Jerarquías Creadoras del Universo no existan… La Teosofía sí nos habla sobre ello…
La Teosofía considera al Hombre como un ser material, mental y espiritual (para decirlo en forma simplificada) y por lo tanto, han existido (y existen) seres de la Creación Universal que se dedican a construir cada ‘piso o nivel’ del ser humano. Por ejemplo, en la construcción de una casa, existen diversos especialistas que se dedican a diversas cosas para que la casa esté finalmente edificada y completa. El arquitecto construye el plano, llama al constructor, y este llama a los obreros que construyen los cimientos, las paredes, el techo (que a veces lo hacen techistas especiales) y luego deben trabajar los especialistas en electricidad, plomería, revestimientos, etc. Jamás se nos ocurriría pensar que solo el arquitecto, o que solo un obrero o un grupo de ellos (sin especialistas), construiría sin ayuda la casa completa… Pues bien, el Hombre es como una muy compleja “casa” que estuvo siendo construida (y aún está en proceso) a través de edades raciales que han durado millones de años. Esto no lo explican las escrituras sumerias… Las jerarquías constructoras son “dévicas” o bien “angélicas”. Dentro de estas jerarquías hay extraterrestres, pero estos son físicos o etéricos en sus cuerpos, pero la mayoría de estos ‘seres constructores’ son tan elevados que ya no poseen cuerpo material visible (al ojo humano físico); están en el plano astral, o en el mental o en niveles aún más elevados. Estos últimos son los responsables de construir la parte “álmica” y “espiritual” de la “Casa-Hombre” o “Templo Humano”.
Con respecto a las Jerarquías Creadoras necesarias para la construcción de un planeta y de todas las especies de vida en el mismo, sugiero la lectura del siguiente libro, de Vicente Beltrán Anglada (teósofo y estudiante de la Escuela Arcana):


Este libro explica que los Angeles o Devas Creadores son llamados por el Logos Planetario (el Espíritu Planetario) para la creación de Su próximo “Cuerpo de Manifestación”: UN PLANETA. Los Ángeles de tantísimas categorías y niveles acuden a Su Llamado y se encargan de construir todo, y cuando digo “todo”, es “todo”: Los primeros Angeles (ultraterrestres muy evolucionados) junto al Logos, delimirtan el espacio en el cual van a construir y extraen del Logos mismo las cualidades de energía para plasmar en el espacio “EL ETER”. El éter  es la substancia (el espacio ‘cualificado’ con energía) en la cual se construirá el cuerpo etérico-físico planetario y todas las formas de vida de todos los reinos y especies de vida que existirán en el planeta. Los Devas trabajan con la substancias elementales del éter y llegan a materializar las energías gaseosas e incandescentes y a transformarla (por alquimia divina, ciencia muy elevada) en elementos químicos y en formas creadas. Esta es una explicación muy simplificada (e imperfecta…) porque no me puedo explayar aquí (para eso está el libro de Anglada que lo explica muy bien…), pero así doy una idea, y vemos que las cosas no son tan simples y lineales como las cuenta Z. Zitchin. Por ejemplo, Zitchin dice que en Venus no existe vida, simplemente por el hecho de que nuestra ciencia “no la ve”, lo la puede registrar con sus aparatos actuales… En esoterismo teosófico se sabe que, aunque el ojo físico no lo vea, existe vida en los demás planetas del sistema solar, hay especies evolucionando (y hay seres inteligentes, como los venusinos) que no podemos ver físicamente, aunque un ocultista clarividente si puede registrar… Los Ángeles también trabajan en esos planetas, porque ellos construyen vida en todos los planos, no solo en el plano físico. La visión de Zecharía Sitchin es, evidentemente, muy materialista.
Aclaro que este libro (“Las Fuerzas Ocultas de la Naturaleza”) podría ser algo complicado para quienes no tengan estudios de Teosofía básica…, pero con la ayuda del BREVIARIO (donde se pueden encontrar los vocablos) se puede leer…

Algo que hay que agregar es que el hecho de que se hayan encontrado escrituras sumerias después de estar miles de años enterradas, no significa que todo lo que digan esas escrituras sean “verdades infalibles”…, ya que fueron escritas por escribientes de aquella época que eran ‘humanos’. Los escribas podían ser sacerdotes o encargados de escribir las historias y relatar los hechos según lo que ellos podían entender de los hechos… Es decir que se trata de relatos de personas de aquella época que cuentan, según su óptica y comprensión, lo que veían o estaban autorizados en escribir… En resumen, se trata de “opiniones” de personas de aquella época, que, aunque sean “opiniones” tal vez autorizadas en aquella cultura, no estarían exentas de errores, como tampoco están exentos de cometer errores los científicos, sacerdotes y escritores de nuestros tiempos, que escriban sobre cualquier materia… Además las traducciones de las tablillas sumerias a veces parecen ser entrincadas y simbólicas y referenciales, y hay mucho ‘personalismo’ de Sitchin en la interpretación de los significados, con tendencias a interpretaciones materialistas (siempre pensando solo en la existencia ‘tridimensional’) de hechos que podrían tener significancia esotérica, que, por supuesto, Sitchin no puede develar…).
 Digo esto, porque muchos toman estas traducciones de la escritura cuneiforme sumeria como “una gran verdad indiscutida”. Es como si por haber estado miles de años bajo tierra las escrituras hubieran tomado un hálito de “sagradas”… No sé por qué…, pero veo que esto sucede así… Para mí son opiniones o puntos de vista (con inevitables limitaciones humanas) de personas sumerias ya desaparecidas…, pero no hay nada de sagrado o infalible en ello; aunque sí es interesante estudiar todo… (y sobre todo estudiar los simbolismos esotéricos que puede haber detrás de los relatos, cosa que no he visto en el libro de Sitchin).
Es evidente que los sumerios no conocían (o lo escondieron muy bien entre sus simbolismos) los secretos del Hombre y del Cosmos que en estos últimos siglos han salido a la luz sobre Teosofía, Cosmogonía y Antroposofía, que nacieron con revelaciones de ocultistas como Cristian Rosenkreutz (Cristiano Rosacruz), H.P. Blavatsky, Max Heindel, y muchos otros… Sin embargo, lo interesante es que las escrituras sumerias revelan la existencia (en aquella remota época) de una conexión directa, física, con “los dioses” (que no eran dioses sino extraterrestres), cosa que más tarde… se perdió, ya que “los dioses” se retiraron de la escena visible. Es muy posible que un grupo de “Custodios de la Evolución” (seres de jerarquías más elevadas) fueran los que, en un momento dado, comenzaron a impedir que esos dioses inferiores (los anu…) siguieran descendiendo a la Tierra y mezclándose con los humanos terrícolas. Esto fue como antesala y preparación para un evento muy especial que pronto sucedería: el ingreso a la Tierra de una “ENERGÍA-CONCIENCIA” superior, una Jerarquía Solar muy elevada, que fuera conocida en la Humanidad terrestre como “CRISTO”.
Cristo no es una persona, sino una Conciencia Solar-Espiritual. Era, por supuesto, un ser muy superior a los anunnaki; un ser de categoría Solar de elevadísima evolución moral y de ‘la Conciencia’ (ingrediente que era más bien pobre en los anunnakis). Cuando El Cristo, el Gran Ser Solar, desciende a la Tierra en la figura de Jesús, las cosas cambiaron, porque el resto de “los dioses” (anunnakis, reptilianos, insectilianos, etc.) se tuvieron que “correr de la escena”… Por eso es que hubo una gran lucha oculta entre las Fuerzas de la Luz Crística (personificadas en la figura de Jesús, pero presentes en toda la Tierra) y las fuerzas retrógradas (anticrísticas) cuyo poder era ‘el egocentrismo’. Aclaremos: Lo anticrístico es “egocéntrico”; lo crístico es “cosmocéntrico” (es unidad). El Cristo vino a barrer con esas jerarquías menores para conducir al ser humano de la Tierra a su despertar espiritual (hacia el Reino del Padre, que es el reino de la Unidad).
Como CRISTO es la más alta jerarquía de este universo local, tenía la potestad de regir sobre todas las cosas y seres, y a los extraterrestres egocéntricos que se aprovechaban del ser humano terrícola no les gustó nada la labor del Cristo, porque El venía a mostrar al Hombre el camino hacia la Verdad, la Libertad y la Iluminación (o cristificación). De ahí el dicho bíblico: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”… Con esto, les estaba quitando poder a “los dioses” sobre el ser humano.   Por eso es que comenzó una lucha. Bien sabido es cómo los romanos perseguían a los cristianos… y cuantas proezas realizaron los apóstoles para convertir a los infieles, y como los romanos (influenciados por las fuerzas retrógradas anticríticas) martirizaron a muchos… No hace falta hablar más de eso… Los dioses romanos (que en esencia eran los “Anu”) fueron reemplazados por UN UNICO DIOS PADRE, un Único Espíritu Universal, y SU HIJO: ‘CRISTO’ (que era una extensión del mismo Padre-Espíritu en su descenso a la Materia). Este “Cristo” es el Amor Cósmico que vive como chispa en el corazón de cada ser sintiente. Esa chispa solar en el ser humano debe lograr convertirse en Llama consciente… Ese es “el sendero” para las peregrinas almas…, el sendero que conduce hacia el reencuentro espiritual y el Despertar de la Conciencia. Pero los anunnaki no podían enseñar este sendero a la Humanidad terrestre, por el simple hecho de que ellos mismos adolecían (en general) de la conciencia espiritual necesaria para guiar a otros (eran fundamentalmente egocéntricos, no crísticos, salvo, tal vez, algunas excepciones con individuos de su raza). Estos “dioses” eran materialistas y tenían poder sobre la materia, pero la mayoría eran anticrísticos, porque solo seguían los intereses de sus sectarios deseos egoistas. Tener poder sobre la Tierra y señorío sobre la vida en la Tierra era su mayor interés; no estaban interesados en la evolución del alma o conciencia (aunque algunos de ellos pueden haber mostrado en ocasiones signos de mayor benevolencia…). Por todo esto es que CRISTO, tuvo que venir…, para enseñar al Hombre el camino hacia su despertar espiritual y Liberación…
Por lo tanto quien diga que Jesús fue otro “anunnaki” más…, como he escuchado decir, se equivoca, y no sabe lo que está diciendo…

Por supuesto que había mucho más como para explorar…, pero dejo los libros ofrecidos para abrir más la cabeza con respecto a estos temas, y no quedarse solamente con lo que escribió el hoy muy popular Zecharia Sitchin, que, aunque hizo un buen aporte para sumar a la investigación general, no debiera ser tomado como la principal fuente o la ‘piedra fundamental’…
La TEOSOFÍA, es, para mí, sin dudar, lo más completo, ya que abarca, no solo las investigaciones de la ciencia material, sino los estudios filosóficos de la Humanidad y los ‘estudios esotéricos’ que complementan el saber con la comprensión de “lo invisible” (pero no por ‘invisible’, menos ‘real’…).
S. Ra.



Ya que todo esto se refiere al MISTERIO DEL HOMBRE, de su creación, comparto también otros dos materiales a continuación, en los cuales se pueden ver otras facetas de las posibles “motivaciones” que pudieron llevar a los ‘Seres Superiores’ a crear vida en la Tierra y a crear al ser humano terrícola.